Monthly Archive for November, 2003

VII Premios Locovox de la Semana

Hola, queridos radioescuchas, y bienvenidos a la séptima versión de los Premios Locovox de la Semana. Hoy con más categorías, más premios, y más Locomía.

Blog de la semana: Piet Admiraal, por Learn to Fly.

Comment local de la semana: Andrés Gualdrón por la hermosa traducción al latín de mi campaña “La voz de Freddie es la voz de Dios” en la pasada entrega de los Premios Locovox de la Semana.

Comment externo de la semana: Diegou en el post de Autorretrato en tres colores sobre la Miscelánea Kung-Fu

Artista revelación de la semana: Juano, por The Exploding Boy

Bloggevent de la semana: los cinco minutos durante los que pude ver a Lingo por primera vez. Mucho gusto, algún día tendremos oportunidad de hablar más, creo.

Mención IgNobel al nuevo premio: El Juli (y olé!) por sus premios Ana Karina Soto.

Autor de la semana: Yukio Mishima, por El pabellón de oro

Canción de la semana: Criminal, de Fiona Apple

Gran homenaje de la semana: George Harrison, porque el 29 de noviembre de 2001 perdió la batalla y nos dejó con sólo dos Beatles…

All things must pass…

SUENA: Angel — Fiona Apple

Maldad, o La balada del oso

Cuando él le grita al mundo que es malo, malo, malo, que su corazón es negro, negro, negro putrefacto, y que todas las bajezas del universo le serán atribuidas a él algún día —él, que anhela haber sido la sombra en las escaleras a la entrada de un banco en Hiroshima—, no puedo dejar de pensar en un arco iris que él desesperadamente intenta recubrir de tinta negra e infecciones.

Debió haber cumplido lo que prometía. Jamás debió haber amado todo aquello que desprecia, en vez de ridiculizarse como una flor que repudia sus propios pétalos. Cuando repite ese extraño juramento de amor/horror a su esencia, no puedo dejar de pensar en un gigantesco oso a la entrada de mi casa. Era un oso que tocaba trompeta a las mil maravillas, un oso que escribía poesía, un oso de voz muy bonita y dicción bastante limpia. Él y yo habíamos coincidido una vez sin saber quiénes éramos, escribiendo frases en busca de un premio. Me contó que había cometido un error muy tonto para no seguir participando en eso. No sé, no sé, sólo sé que ese día no lo vi.

Prometió, prometió, prometió… prometió una vida hermosa entre todo aquello que ahora niega, entre un amor verdadero que sucedería en el momento exacto de ver un oso parado en la puerta de mi casa. Esperé la Maldad. Esperé ver a los Cuatro Jinetes del Apocalipsis advirtiéndome “¡Ten cuidado con ese hombre!” …pero todo lo que me fue posible ver ese nublado día fue un ser absolutamente tierno. Tal vez la Maldad se disfraza de oso en sus mejores días, cuando sale al cine con las ingenuas mujeres que depositan una fe ciega en la poesía, en la afinidad, en una hermosa voz de dicción limpia.

Sí, señores, yo salí con la Maldad una mañana… esa misma Maldad que me maldice por no haber respondido a sus acertijos de esfinge obscena, por no haber jugado sus juegos de soledad compartida y convertida en catarsis del infierno. La Maldad aúlla que la vida no está en los libros, pero en silencio él sabe perfectamente que en los libros consultó su destino y de los libros brotaban sus palabras, textualmente, sin comillas, arrebatadas de sus verdaderos autores. La Maldad chilla un estridente jamás, pero en mi oído quedó depositado su siempre, suave como su voz, dulce como su sonrisa.

Cuando él le grita al mundo que es malo, malo, malo, que su corazón es negro, negro, negro putrefacto, y que todas las bajezas del universo le serán atribuidas a él algún día —él, que anhela ver sus dedos fundidos y su rostro cubierto de queloides—, no puedo dejar de pensar en un arco iris que él solía mantener brillante mientras hacía planes para miles de fines de semana que compartiría conmigo, disfrazado de oso.

No puedo evitar sonreír, reírme de esa polución que intenta esparcir por el mundo y que en realidad no tiene.

SUENA: Criminal — Fiona Apple

¡Rumba, Samba, Mambo!

Hasta ahora me doy cuenta, perooooo… Por favor, un aplauso muy pero muy grande a Reptilia por su post sobre Locomía. Los muchachos agradecen la atención prestada. ¡¡¡Qué viva el…— glam pop??? ¿Cómo llamarle a eso?

A los próximos ganadores de los Locovox les prometo los originales abanicos artesanales Locomía (versión virtual), para que se abaniqueen y alardeen con sus amigos.

Y ahora les dejo esta linda canción para que todos la cantemos y bailemos juntos.

1,

2,

3,

¡Y dice!

Disco Ibiza Loco Mía

moda Ibiza Loco Mía

Loco Ibiza Loco Mía

sexo ibiza Loco Mía

mar ibiza Loco Mía

sol ibiza Loco Mía

marcha ibiza Loco Mía

crazy ibiza Loco Mía

Loco Mía keeps your body movin’

get up on the groove

get into the mood ger it

Loco Mía keeps your body movin’

abanicos will be groovin’ till they see you

gettin’ it

Loco Mía keeps your body movin’

ain’t nothing to it let your body do it

Ahhh

Loco Mía keeps your body movin’

don’t you ever let nobody tell ya

you can’t get down

Locomia, Loco Mía

Locomia, Loco Mía

Disco Ibiza Loco Mía

moda Ibiza Loco Mía

Loco Ibiza Loco Mía

sexo ibiza Loco Mía

mar ibiza Loco Mía

get up Loco Mía

crazy ibiza Loco Mía

marcha ibiza Loco Mía

Loco Mía keeps your body movin’

ain’t nothing to it let your body do it

gettin’ it

Loco Mía keeps your body movin’

abanicos will be groovin’ till they see you

you can’t get down

Loco Mía, Loco Mía

Abanico Loco Mía

gettin’ it

don’t you ever let nobody

Abanico Loco Mía

Loco Mia,

Abanico Loco Mía

Loco Mia

get up on the groove

Abanico Loco Mía

Abanico Loco Mía

get up get up

get up on the groove

Loco Mía keeps your body movin’

Loco Mía keeps your body movin’

abanicos will be groovin’ till

they see you

you can’t get down

Loco Mia

abanico Loco Mia

Loco Mia

abanico will be groovin’

Por favor noten cómo usan el inglés de tal manera que no se despojan de la palabra “abanico”. Esos podrían cantar en swahili y seguir diciendo “abanico”.

SUENA: Are You Happy Now — Michelle Branch (¿¿qué creyeron que estaba oyendo, Locomía??)

Farewell, Blogstop!

¡¡¡Se acabó Blogstop!!! Buaaaaaa, mi juego mentor… No puedo creerlo. Fui adicta a ese juego hasta que creé Acrónimos. Siento un profundo respeto por Blogstop y Sam, su creadora… Como Quetzalcoatl, impartió su sabiduría y se fue.

SUENA: Bright Eyes — Jason Mraz

VI Premios Locovox de la Semana

Hola, amigos. Después de soportar toda clase de problemas técnicos (hasta rayos cayeron) he logrado traer de vuelta a los chicos ibicencos, que andaban felices anunciando los archifamosos Raël D’Or. Gracias a Piet por invitarlos.

No se diga más, que comience la función.

Blog de la semana: Meditaciones de tardes lluviosas, de Cata, por “Ayer llovió tan fuerte…”

Página web de la semana: The Hayao Miyazaki Web

Comment externo de la semana: Aranta y Michín en el post de Das Michin Review sobre Sen to Chihiro Kamikakushi, por ser un vivo ejemplo de la belleza humana. No estoy siendo irónica, esas frases me cogieron en el mood arrancalágrima.

Autor de la semana: Dylan Thomas, por Do Not Go Gentle Into That Good Night

Mención 5ive a la mejor respuesta de Las cinco del viernes: Monique, en Yo: mi patética historia, por “¿Qué te llevarías allí, aparte de tu ropa?”

Canción de la semana: El comején, de Wilfrido Vargas

Bloggevent de la semana: Había prometido que no hablaría de esto en los premios, pero como cada vez es más raro verle la cara a un blogger fuera de Monique, Cata o Gloria, permítanme contarles. El Bloggevent de la semana sucedió el domingo en Hda. Sta. Bárbara, con Piet, Monique, Glow, Juano y Juans. Cuenteros, tinto con lluvia, aromática de frutas, Piet cayéndose de la silla como si hubiera estado sentado en un monociclo, curiosas coincidencias de miopía.

Gran homenaje de la semana: Freddie Mercury, porque el 24 de noviembre de 1991 nos dejó sin poder oír la voz de Dios. Oigan, en serio, únanse a mi campaña:

La voz de Freddie es la voz de Dios.

This world has only one sweet moment set aside for us…

Las cinco del viernes: Do you want to fly in my beautiful balloon?

Up, up and away in my beautiful, my beautiful ballooooooooon!

—The Fifth Dimension

1) ¿A dónde te irías de vacaciones, sea donde sea, en cualquier parte del mundo?

A JAPÓN, a la isla Saipán, San Francisco/Napa Valley, o más bien por todo Estados Unidos, a Grecia, España (pueblitos pequeñitos más que todo), Inglaterra, China, Perú, Chile, Argentina, Brasil, México, Líbano (hombre ¡las raíces!), Marruecos, Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur, ummm… creo que me iría por todo todo todito el mundo.

2) ¿Cómo llegarías hasta allí? ¿En qué medio de transporte?

Como sea y en lo que sea. Paseo es paseo.

3) ¿Con quién te irías, sea un músico, un actor, una actriz, un escritor, o tu pareja?

¿Con quién más me voy a ir? ¡Con mi gran compañero de aventuras turísticas, el increíble Minori Honda! O si no, con mi familia, que con ellos también se pasea muy rico.

4) ¿Qué harías allí? ¿Descansarías, explorarías sitios que nadie ha visto o simplemente irías a las principales atracciones turísticas?

Puf, haría de todo… y si no que lo diga Minori, que con él hemos visitado, hemos explorado, hemos descubierto, nos hemos perdido, hemos sido turistas y conocedores, locales e invitados… aaaah cuánto anhelo viajar ahora mismo…

5) ¿Qué te llevarías allí, aparte de tu ropa?

CÁMARAS. Cualquiera que me conoce sabe que yo le tomo foto a absolutamente todo. Llevaría cámara digital y de rollo, filmadora y grabadorita de periodista… y mucha, mucha plata para souvenirs.

SUENA: Caracol Noticias

Escribí un cuento y se borró. Quiero tirarme del techo de mi casa.

V Premios Locovox de la Semana

¡¡¡Han regresado!!! Los chicos de Ibiza no soportaron su retiro y pidieron ser reinsertados en este blog. Su conmovedor argumento: “no todo tiene que ser serio… por favor, por favor, ¡devuélvenos el empleo!” Ah… qué fantásticos son estos muchachos. Tan fantásticos son, que decidí incluir a las subsiguientes generaciones de Locomía, que verán pronto. Es toda una gran familia ibicenca.

Pero bueno, no se diga más. Helos aquí. No son muchos, pero espero que les gusten. Además, he eliminado categorías como “joya de la semana” por considerar inoportuno desahogarme a través de estas entregas. Para los que aún no lo sepan, tuve un episodio desagradable debido a un par de premios que surgieron de una mala opinión que después cambió… es delicado juzgar a alguien que uno no ha conocido del todo. En fin. Olvidemos eso. La vida sigue. Ob-La-Di, Ob-La-Da, life goes on…

Blog de la semana: Una penumbra de notas, de Yoshi, por Frío.

Comment local de la semana: todos los que especularon sobre Nunca ocurrirá.

Comment externo de la semana: Don Juandroide, por el comentario de “estoy confundida” sobre Tipos: mal necesario en Yo: mi patética historia.

Canción de la semana: Barcelona, de Jewel

Artista revelación de la semana: Cata, por Meditaciones de tardes lluviosas

Autor de la semana: George Orwell, por Animal Farm

Mención Oriana Fallaci a la investigación periodística: I am the man who will fight for your honor…, porque me llevó a la fuente de información poco o nada importante sobre Karate Kid II, una película que ni siquiera recuerdo completamente pero influyó sobre toda una generación—la nuestra.

Supongo que la próxima semana habrá más premios, pero… ganadores, recojan sus menciones de manos de mis apuestos empleados. ¡Hasta la próxima!

SUENA: Minori diciendo “I’ve been in Iowa too long… you can understand, ne?”

I am the man who will fight for your honor…

Me es imposible escuchar Glory of Love, de Chicago, sin recordar automáticamente uno de los hitos cinematográficos de los 80:

Sí señores, la famosa saga protagonizada por Ralph Macchio y Noriyuki “Pat” Morita (quien, según Minori, no es japonés… y acabo de descubrir que, en efecto, es californiano). Después apareció esa niña… pero eso está fuera de mi jurisdicción. Otra inspiración para mi fanatismo por Japón. Una errada, por cierto.

Ya que el tiempo ha corroido mi memoria, sólo tengo claras memorias de un pedazo de Karate Kid II. Vi la I y la III pero se desvanecieron. El asunto es que el principio de Karate Kid II estaba grabado en algún cassette de Beta, pero… tal vez ya fue sepultado por otra película.

Entonces, ¿qué recuerdo? Fuera de la pose de la grulla (sobre la cual leí que en realidad es inútil y realmente no existe en el karate)… les contaré:

Mr. Miyagi invita a Daniel-san a Okinawa, su tierra natal, no sé a qué. Como los norteamericanos no necesitan visa para casi ningún lugar, y menos para Japón que le tocó ser su perrito faldero después de WWII… en fin, se fueron para Okinawa. Con ustedes, Okinawa.

Okinawa es famoso por sus piñas y sus leones de la suerte, llamados shisa. Yo tengo una shisa (no, no una chisa el gusano asqueroso que se vuelve cucarrón) porque Minori fue a Okinawa en junio y me la mandó. Se supone que vienen de a dos (una para espantar malos espíritus y otra para recibir buenos), pero él se quedó con la de los malos. Qué dulce…



Mi shisa es más bonita…

El caso. Llegan a Okinawa, que está infestado de bases militares norteamericanas, y pasan a la casa de la familia de Miyagi, a saludar a su papá que se está muriendo. Debo recalcar que la casita de los Miyagi se parece peligrosamente a la casa de Minori. Pero bueno, las dos son casas tradicionales… y la de los Miyagi me hace creer estúpidamente que todas son así en las islas niponas. En fin, yo estaba chiquita (la película data de 1986)…

El papá de Miyagi (Miyagi-san no otousan… lo siento, tenía que decirlo) murió tranquilamente en su camita tipo sleeping bag (así son las camas de los japoneses; casi duermen en el piso), no sin antes decirle que tenía que reconciliarse con Sato (interpretado por un hawaiiano, Danny Kamekona), su primo/amigo/vecino/hermano/pariente/lo que sea y archienemigo. Miyagi y Sato no quedaron muy contentos con este último deseo.

Mientras tanto, Daniel-san hacía de las suyas… ¡ajajá! Como el que menos corre vuela, Danielito encontró a una okinawense (¿okinawana? ¿okinaweña? ¿okinawita? um… de okinawa), una jovencita llamada Kumiko (Tamlyn Tomita), quien en la vida real ganó montones de reinados de belleza tipo Miss Ascendencia Asiática en USA. Creo que la voz doblada al español era la misma de la Maestra Yolanda/comentarista de Noppo, así que ésta es mi imagen de la comentarista de Noppo:

Hay una escena en la que Kumiko y Daniel corren alegremente por la playa y llegan a una especie de templo. Mientras tanto, suena en el fondo la canción de la que les vengo hablando: Glory of Love. Más exactamente, la parte que suena es “like a night in shining armor, from a long time ago, just the time I’d save the day, take you to my castle far away” y pum, habla Kumiko. Es por esta partecita que no puedo evitar la relación… ah y agregándole que Minori estuvo en Okinawa recientemente y me llamó desde allá… no, no, no, esa canción es una bomba nostálgica inmediata.



Like a knight in shining armor…

¿Quieren saber hasta dónde llega mi memoria? Pues bien, Sato tiene un sobrinito llamado Chozen que resulta no querer mucho a Danielito, y así, mientras Sato reta a Miyagi a un duelo a muerte, Chozen-kun reta al pobre aprendiz de karateca. Ah, nota interesante: Sato quiere destruir la pequeña villa de Miyagi. Veamos un poco de realidad, amigos. ¿A esto le llaman villa?

Está bien, está bien, en Okinawa sí hay villas, pero igual eso de querer destruirla porque sí es una excusa muy good vs. evil, muy comercial. Otra cosa al margen: Miyagi encuentra a su viejo amor de infancia, cuyo nombre tuve que investigar y es Yukie (me suena a Yoshie, la mamá de Minori). Entonces, como símbolo de que se están enamorando de nuevo, llevan a cabo ¿¡la ceremonia del té!? Hollywood, Hollywood… No digo que yo sea la autoridad en cuanto a costumbres japonesas, pero sí estoy segura de que Hollywood es la cuna de los estereotipos más orates que ustedes puedan encontrar. (Dato: Minori y Kotaro nunca han tomado parte en una ceremonia del té. Al parecer, es un rito reservado para familias muy tradicionales y/o muy ricas… y bajo ninguna circunstancia se relaciona con el amor otoñal o cualquier otra clase de amor.)

Mi grabación en el cassette de Beta termina en una especie de bar maluquísimo en el centro de Okinawa, donde Daniel LaRusso hace una excelente demostración de sus súper cualidades karatecas rompiendo cinco gruesas láminas de hielo ante un reto de Chozen, quien ¡oh, qué coincidencia! se hallaba en el mismo barcito. Daniel-san empieza a calentar juntando sus manos y llevándolas arriba y adelante, arriba y adelante, mientras respira profundamente… y las rompe. Pum, se acabó mi Betamax, y con él, mi memoria.

Ahora que, casi en honor a Karate Kid, a Okinawa y a Minori comí donburi (una receta japonesa con carne), no puedo quitarme esa cancioncita de la mente: “I am the man who will fight for your honor, I’ll be the hero that you’re dreaming of…”

SUENA: en mi mente, Glory of Love — Chicago

Las cinco del viernes

¡Qué buenas preguntas las de esta semana! ¡Felicitaciones, Betty! Ah, y ganbatte, que ese blog que te critica no merece la atención de nadie.

1) Si tuvieras el poder de dar la inmortalidad a sólo una persona de la Tierra, ¿a quién se la darías?¿Crees que le gustaría?

Nadie se merece semejante aburrimiento. Claro que, si se pudiera revertir después, yo tomaría la inmortalidad durante unos cuantos cientos de años; me tiraría de los techos de los edificios, me haría arrollar por los carros, morder por las serpientes, me dejaría congelar en el polo y abrasar en el desierto, caminaría entre el fuego, me abriría las venas, me haría el harakiri, me dejaría arrastrar por el mar hasta llegar a cualquier orilla, salvaría gente, intentaría hacer una fortuna, caminaría kilómetros y kilómetros y kilómetros, recorrería el mundo entero, leería libros y libros y libros, escribiría y recorrería cientos de editoriales hasta tener una publicación… y cuando por fin me aburriera de tantas sensaciones y aventuras, pediría la mortalidad de nuevo. Moriría cansada pero divertida.

2) Si tuvieras el poder de hacer volver a la vida a una persona, ¿a quién elegirías?¿Por qué motivo?

A Felipe Siachoque, para darle una segunda oportunidad de no retirarse del juego tan pronto.

3) Si pudieras hablar durante horas con la persona que quieras del mundo,

¿con quién lo harias?¿De qué hablarías?


Supongo que toca excluir a mi familia, Minori y Kotaro, que son mis candidatos usuales para charla por horas en la vida real. Hm… ¡ah, ya sé! con Ei Takami, quien personificó durante más de 20 años al archifamoso y bienamado… ¡¡¡NOPPO!!! Uf, sí, hablaría con él por horas y horas (suponiendo que él habla inglés o yo mejore mucho mi japonés); le preguntaría de todo sobre Dekirukana y sobre su vida… y le diría que es mi héroe y le agradecería por todo lo que hizo por mi infancia.

4) Si pudieras cambiarte por otra persona, ¿por quién sería? ¿Por qué?

¡Por nadie! No me interesa en absoluto la idea de que alguien vaya al baño con mi cuerpo, me bañe, me aliste, y diga barrabasadas por mí. No, no, no. Yo quiero responder por mí misma y mirar siempre el mundo desde este par de ojitos miopes.

5) Y si alguien te eligiera en alguna de las cuestiones anteriores, ¿qué harias?¿Cómo te sentirías?

Hombre, nadie me elegiría. Pero si alguien lo hiciera… me molestaría. En especial si me hace lo del cambio de cuerpo.

SUENA: Loving You — Minnie Ripperton