- No me gusta el pan con mantequilla y mermelada. O se le pone mantequilla o se le pone mermelada. Las dos mezcladas se convierten en un mazacote grasoso y pegachento sin sabor definido. Sin embargo, la cosa cambia cuando se usa mantequilla de maní: es una mezcla buenísima, salada y dulce al mismo tiempo. El pan con mantequilla de maní y mermelada acompañado con té oolong es uno de los pocos recuerdos buenos que tengo de la vida en Ichinoya.
- Un zorrito intentó meterse en un edificio en remodelación y quedó atascado en un hueco en el piso. Afortunadamente lo rescataron sin contratiempos. Me encanta la cara de “aich” del animalito en las fotos.
- Norman Shapiro es un matemático. Norman Shapiro es un artista. El primer Norman Shapiro hizo un montón de cosas que para qué se las digo si no las entiendo, y además fue uno de los impulsadores de la etiqueta en la Red. El otro es un profesor de geometría que usa el arte para enseñar y hace dibujos algorítmicos en sus ratos libres. Se podría crear un solo Norman Shapiro a partir de estos dos y no habría casi inconsistencias. Norman Shapiro, matemático y artista, impulsador de la etiqueta en la Red, busca patrones geométricos en cuadros famosos y hace dibujos algorítmicos en sus ratos libres.
- Minori una vez me contó que dejó de jugar videojuegos cuando se dio cuenta de que lo único que estaba haciendo era seguir los designios de algún equipo de diseñadores. Es posible que con las redes sociales nuestra interacción con los demás también se esté reduciendo a un sistema de dinámicas fijas y acumulación de puntajes (conseguir likes y retweets como quien consigue moneditas en Super Mario Bros., churín, churín, churín).
- Por cierto, ¿qué buscábamos cuando los blogs eran nuestro vehículo hacia la popularidad en Internet?
- En estas fotos, Lewis Hine documenta el trabajo infantil en Estados Unidos a principios del siglo XX.
- Me gustan los blogs personales porque puedo repasarlos cuando quiera, consultarlos y enterarme de quiénes eran sus autores en determinada época, compararlos con lo que yo escribía a la misma edad, ver lo diferentes que son las vidas puestas así en paralelo. ¿Se habrían hecho amigos nuestros yos del pasado? No lo sé. En algún punto nos encontramos, y aquí estamos, siguiéndonos a través de las ondulaciones, yo tras yo tras yo tras yo.
Archive for the 'alfabravo' Category
Alfabravo me dice que me acuerde de Forrester y deje de perder tiempo no escribiendo. Se supone que uno debe escribir sobre cualquier cosa para que tarde o temprano salga algo chévere. Yo he hablado de esto muchísimas veces en este blog pero no sobra repetirlo porque nunca aprendo la lección. Pero bueno, no importa porque no soy Jamal Wallace y si alguien me retara con un montón de citas literarias les respondería con mirada de llama, así como de “ni sé ni me importa”. Yo solo me sé las melodías de las canciones (porque tampoco las letras), y así es como termino tarareando el tema de Magnum, P.I., que es mi favorito entre todas las series habidas y por haber.
En realidad quería hablar de la pelea que tuve anoche con Cavorite, pero tampoco tengo mucho que decir al respecto salvo que tal vez no sea buena idea hablar del caldo de ministro cuando la otra persona intenta comerse un minestrone. Pero yo qué hago si suenan parecido; tenía que traer el tema a colación. “Has menoscabado uno de los pilares de mi vida”, osé decirle al pobre comensal, reclamando mi derecho a la libre expresión de porquerías. Además, si hay gente que come de eso es porque no es una porquería universal. Yo he comido escorpión, por ejemplo, y es muy rico.
Por otro lado, ojo a esto:
Origin of MINESTRONE
Italian, augmentative of minestra, from minestrare to serve, dish up, from Latin ministrare, from minister servant — more at minister
First Known Use: 1871
Me gustaría que hubiera una conexión etimológica real entre una sopa de pasta y verduras y una de testículos y pene de toro, pero minestrone no significa más que “sopota”. Sin embargo, ministro viene de minister (“sirviente”), y este a su vez de minus, que es menos. ¿Es el caldo de ministro una sopa de órganos que sirven? ¿Es una sopa de cosas minúsculas? ¿Es una sopa modesta para el gran poder viril que representa? Mi contacto con la lingüística ha sido escaso y poco ortodoxo, así que no me hagan caso porque quise saber pero en últimas no supe nada.
Lo cierto es que ambas son sopas pesadas y muy nutritivas, pero con una de ellas seguramente preferiría pasar hambre. No quiero decir con esto que rechazo del todo la ingestión de gónadas, empero, puesto que en Tsukiji comí uni crudito con arroz lo más de sabroso y resultó que eso es exactamente lo que están imaginando. Uno nunca sabe, tal vez Cavorite tenga razón y sea mejor comer en vez de hablar.
He aquí algunas razones:
- Mi tiempo debería gastarse en algo más productivo, así este exceso no sea más que una manifestación de la ansiedad que me producen los exámenes finales.
- Estudiar sería una buenísima idea.
- No quiero volver a tener la desdicha de toparme con un relato en el que se incluyan las rosquitas de queso como estimulantes sexuales.
- Ni ser testigo de cómo esa mezcla de tarjeta de felicitación para quinceañera y segmento del Castillo Drácula goza de especial acogida en la blogósfera latinoamericana.
- Quisiera tener menos pruebas de la desesperada necesidad de autopromoción del blogger omnipresente.
- Y de lo fácil que cae la gente creyendo que lo que está en todas partes es buenísimo.
- No quiero volver a considerar la posibilidad de meterme a competir en rankings o comentar más en otros blogs a ver si éste sale del anonimato.
- Y mucho menos considerar estrategias en cuanto a temática o estilo para atraer lectores.
- Sería mejor si en vez de leer escribiera, o si en vez de leer blogs leyera libros, a ver si por fin vuelvo a mi vieja afición creativa.
- Quejarme de lo mala que es mi ficción y no hacer nada al respecto es bastante reprochable.
- Preguntarme si algo bueno ha resultado de este blog es simplemente estúpido.
- Y si no que lo digan The Last Samurai, Lost in Translation, una hamburguesa de Wimpy, una máquina de capuchino dañada y un butadon de Yoshinoya.
- Sin olvidar TOLM 3 y TOLM VI.
- Y si no que lo digan The Last Samurai, Lost in Translation, una hamburguesa de Wimpy, una máquina de capuchino dañada y un butadon de Yoshinoya.
He dicho.
[ I Can’t Make Me — Butterfly Boucher ]
Vivero
Mantenimiento.
Alguna vez me hablaron del Q.
Como la leyenda cuya veracidad nadie —salvo unos pocos valientes —puede corroborar, el nombre de aquel edificio en la universidad constituía un inmenso enigma para mí. Me dominaba el terror al pensar que algún día tendría que emprender por mis propios medios la búsqueda de un bloque de aulas tan incierto como un campamento cubierto de nieve en el monte K2.
Afortunadamente, el enigma no duró en mi mente más que un semestre.
Según el nuevo mapa de la Universidad, el Q es el edificio que tantos dolores de cabeza nos causó a los estudiantes que tomamos clase en el O. Es el Q el gran culpable de las disfonías que cada profesor presentó al menos una vez durante el pasado semestre. Ya no se trata de una zona marginal en la que los salones comparten espacio con el vivero y el mantenimiento. Es ahora una imponente edificación que le quita la supremacía al tan frecuentado O. Las dos letras redonditas como luchadores de sumo se disputan el primer lugar en cuanto a alumnos albergados. Creo que la letra de la daga gana holgadamente. Mientras tanto, los alumnos nos equipamos de tanques de oxígeno para el peligroso ascenso que nos espera.
P.D.: Ahora que el misterio del Q está resuelto, repaso la lista de clases distraídamente tan sólo para encontrar… ¿el Tm? ¿Es acaso éste un edificio de verdad o una quimera diseñada para enloquecer estudiantes en su eterna búsqueda?
P.P.D.: Sin duda, Alfabravo es el personaje más citado de todo Doblepensar.
SUENA: El limonar — Garzón y Collazos
Hace poco fui a ver El Último Samurai con Alfabravo. En el cinema había una persona que se reía de todo o hablaba en un tono excesivamente fuerte, lo cual se tornó molesto a medida que la trama se fue sintiendo más seria, más seria, y uno se iba metiendo más en la película. Pero bueno, no fue tan malo como el par de viejitos que tuve detrás de mí cuando fui a ver Matrix… En fin, ése no es el caso. En medio de todos esos soldados japoneses de piel morena y barba rala estaba Tom Cruise, el galán, el chacho, el que los iba a salvar a todos, el samurai de samurais ojiazul blanquito. Entonces, me puse a detallar los ojos de todos los actores, inclusive de los extras cuyo oficio era tirarse al piso en un charco de sangre de mentiras.
Minori dice que un antropólogo japonés asegura que hay un lugar en Japón cuyos habitantes tienen los ojos azules. No recuerdo bien por qué era eso, si era por mezcla con los rusos o qué; tampoco recuerdo en qué lugar era aunque Minori me dio el dato exacto… pero no logro imaginarme esos ojos rasgados, como dibujados por los mismos pinceles que escriben sus caracteres, desprovistos de un circular pozo de tinta oscura. Los ojos oscuros son abismos en los que es posible caer como Alicia camino al País de las Maravillas; cuando brillan, hay una supernova explotando en lo más profundo del espacio exterior, de un universo contenido en dos globos gelatinosos. Los ojos claros son hermosos y cristalinos, pero en ellos todo se refleja, todo rebota; son espejos. Los ojos oscuros pueden tragarme para no dejarme salir nunca, como un dulce remolino de caramelo, de tinto, como arenas movedizas del chocolate más amargo.
Vi entonces que aún el actor más feo del reparto (entre los japoneses) poseía estos ojos profundos hechos a pinceladas. ¡Cuánto quisiera ir a Japón y hallarme rodeada de esas miradas trazadas con tinta!
En fin, ver la película fue una buena experiencia, me ayudó un poco a estudiar para mi parcial de japonés (en el que no me fue tan bien como me hubiera gustado), y el señor Alfabravo me cayó bastante bien. Sé que en este punto del post no he escrito nada realmente interesante; lo ideal habría sido pegar una foto de alguno de los samurai (y sólo me salían fotos de Tom Cruise pegando alaridos bélicos).
Creo que lo que realmente quería decir es que en Japón están los hombres más hermosos del mundo… y todo esto para evadir un ensayo sobre Don Quijote de la Mancha que me pisa los talones… Ah, eso era lo otro. En la película todos eran muy disciplinados, cosa que se refleja en la realidad (los japoneses que he conocido también son muy disciplinados). Accusor dice que mi nombre real indica que soy una persona con mucha autodisciplina, pero en este momento estoy demostrando todo lo contrario. ¡Necesito disciplina urgentemente! ¡Necesito dejar este amor por el ocio de una buena vez por todas!
SUENA: El incesante tecleo de los usuarios de computadores en el edificio B de la universidad