Las cinco del viernes

Hoy hablamos de mi hogar, dulce hogar.

1) ¿En que tipo de vivienda vives: casa, piso, chalet, de propiedad, de alquiler, en casa de tus padres, en residencia de estudiantes…?

Vivo en la casa de mis papás, a la que no llamo ‘casa de mis papás’ sino ‘nuestra casa’. Me gusta mucho vivir acá, aún cuando todavía existen personas que se quejan de la lejanía. Pero bah, si me quieren me buscan. El único inconveniente es que no puedo salir mucho de noche por asuntos de transporte. Dependo del Transmilenio como de una sonda con suero.

2) ¿Cuál es tu estancia favorita de la casa?

Toda la casa me gusta, especialmente la sala, que es donde están todos los equipos interesantes de esta familia (compu, tele, equipo de sonido, poltronas delis). Creo que gran parte de la vida de mi clan (¡soy Duncan McLeod, del clan McLeod!) transcurre en la sala. El cuarto es para dormir, leer y reflexionar.

3) ¿Cuál es el último objeto que has comprado para la casa (o para tu habitación)?

Nada. Lo último que llegó a mi cuarto fue una shisa de Okinawa, y eso fue en julio. Las cosas de mi hogar las trae mi mamá, y siempre está trayendo algo entonces nunca sé qué es lo más nuevo…

4) Si pudieras elegir, ¿qué obra de arte te gustaría tener en el salón?

Me gustaría volver a tener el afiche de ángeles que tenía en mi cuarto del dormitorio de Loras. También me gustaría tener Beech Forest, de Gustav Klimt, del cual también tenía un afiche en mi dormitorio…

…o Les Yeux Fermés, de Odilon Redon.

5) Nunca sales de casa sin…

Ropa.

SUENA: Patch Adams

Would you like wontons with your mandarin rat?

El sabio Minori dice que los chinos comen cualquier cosa que tenga patas y no sea una mesa o cualquier cosa que tenga alas y no sea un avión.

Lo tomé siempre como un comentario personal hasta que en la novela La espera, de Ha Jin, encontré la siguiente intervención de uno de los personajes en medio de una cena:

“¿Sabes, Hua? Me como cualquier cosa que tenga más de cuatro patas, salvo una mesa”.

¡¡¡Es cierto, entonces!!!

Ew, ew, ew. Ya no me inviten a comida china, no quiero que me pase lo mismo que a mi tía abuela, quien se metió a la cocina de un restaurante chino accidentalmente y encontró un montón de ratas peladas sobre una mesa, o lo de la señora en China que hizo caldo de sapo y envenenó a todos sus hijos. Y ni hablar del SARS, que se propagó por una especie de gato que comían en ese país.

Lastimosamente la cocina china tiene varias delicias que vale la pena probar. En todo caso, quién sabe qué me estaré llevando al estómago mientras digo “¡hmm, qué delicia!”…

SUENA: Goodbye To You — Michelle Branch

The Tuxedo

Esta prenda…

Se encarga mágicamente de eliminar todo el sex-appeal que un hombre pueda tener.

SUENA: Slow Like Honey — Fiona Apple

VII Premios Locovox de la Semana

Hola, queridos radioescuchas, y bienvenidos a la séptima versión de los Premios Locovox de la Semana. Hoy con más categorías, más premios, y más Locomía.

Blog de la semana: Piet Admiraal, por Learn to Fly.

Comment local de la semana: Andrés Gualdrón por la hermosa traducción al latín de mi campaña “La voz de Freddie es la voz de Dios” en la pasada entrega de los Premios Locovox de la Semana.

Comment externo de la semana: Diegou en el post de Autorretrato en tres colores sobre la Miscelánea Kung-Fu

Artista revelación de la semana: Juano, por The Exploding Boy

Bloggevent de la semana: los cinco minutos durante los que pude ver a Lingo por primera vez. Mucho gusto, algún día tendremos oportunidad de hablar más, creo.

Mención IgNobel al nuevo premio: El Juli (y olé!) por sus premios Ana Karina Soto.

Autor de la semana: Yukio Mishima, por El pabellón de oro

Canción de la semana: Criminal, de Fiona Apple

Gran homenaje de la semana: George Harrison, porque el 29 de noviembre de 2001 perdió la batalla y nos dejó con sólo dos Beatles…

All things must pass…

SUENA: Angel — Fiona Apple

Maldad, o La balada del oso

Cuando él le grita al mundo que es malo, malo, malo, que su corazón es negro, negro, negro putrefacto, y que todas las bajezas del universo le serán atribuidas a él algún día —él, que anhela haber sido la sombra en las escaleras a la entrada de un banco en Hiroshima—, no puedo dejar de pensar en un arco iris que él desesperadamente intenta recubrir de tinta negra e infecciones.

Debió haber cumplido lo que prometía. Jamás debió haber amado todo aquello que desprecia, en vez de ridiculizarse como una flor que repudia sus propios pétalos. Cuando repite ese extraño juramento de amor/horror a su esencia, no puedo dejar de pensar en un gigantesco oso a la entrada de mi casa. Era un oso que tocaba trompeta a las mil maravillas, un oso que escribía poesía, un oso de voz muy bonita y dicción bastante limpia. Él y yo habíamos coincidido una vez sin saber quiénes éramos, escribiendo frases en busca de un premio. Me contó que había cometido un error muy tonto para no seguir participando en eso. No sé, no sé, sólo sé que ese día no lo vi.

Prometió, prometió, prometió… prometió una vida hermosa entre todo aquello que ahora niega, entre un amor verdadero que sucedería en el momento exacto de ver un oso parado en la puerta de mi casa. Esperé la Maldad. Esperé ver a los Cuatro Jinetes del Apocalipsis advirtiéndome “¡Ten cuidado con ese hombre!” …pero todo lo que me fue posible ver ese nublado día fue un ser absolutamente tierno. Tal vez la Maldad se disfraza de oso en sus mejores días, cuando sale al cine con las ingenuas mujeres que depositan una fe ciega en la poesía, en la afinidad, en una hermosa voz de dicción limpia.

Sí, señores, yo salí con la Maldad una mañana… esa misma Maldad que me maldice por no haber respondido a sus acertijos de esfinge obscena, por no haber jugado sus juegos de soledad compartida y convertida en catarsis del infierno. La Maldad aúlla que la vida no está en los libros, pero en silencio él sabe perfectamente que en los libros consultó su destino y de los libros brotaban sus palabras, textualmente, sin comillas, arrebatadas de sus verdaderos autores. La Maldad chilla un estridente jamás, pero en mi oído quedó depositado su siempre, suave como su voz, dulce como su sonrisa.

Cuando él le grita al mundo que es malo, malo, malo, que su corazón es negro, negro, negro putrefacto, y que todas las bajezas del universo le serán atribuidas a él algún día —él, que anhela ver sus dedos fundidos y su rostro cubierto de queloides—, no puedo dejar de pensar en un arco iris que él solía mantener brillante mientras hacía planes para miles de fines de semana que compartiría conmigo, disfrazado de oso.

No puedo evitar sonreír, reírme de esa polución que intenta esparcir por el mundo y que en realidad no tiene.

SUENA: Criminal — Fiona Apple

¡Rumba, Samba, Mambo!

Hasta ahora me doy cuenta, perooooo… Por favor, un aplauso muy pero muy grande a Reptilia por su post sobre Locomía. Los muchachos agradecen la atención prestada. ¡¡¡Qué viva el…— glam pop??? ¿Cómo llamarle a eso?

A los próximos ganadores de los Locovox les prometo los originales abanicos artesanales Locomía (versión virtual), para que se abaniqueen y alardeen con sus amigos.

Y ahora les dejo esta linda canción para que todos la cantemos y bailemos juntos.

1,

2,

3,

¡Y dice!

Disco Ibiza Loco Mía

moda Ibiza Loco Mía

Loco Ibiza Loco Mía

sexo ibiza Loco Mía

mar ibiza Loco Mía

sol ibiza Loco Mía

marcha ibiza Loco Mía

crazy ibiza Loco Mía

Loco Mía keeps your body movin’

get up on the groove

get into the mood ger it

Loco Mía keeps your body movin’

abanicos will be groovin’ till they see you

gettin’ it

Loco Mía keeps your body movin’

ain’t nothing to it let your body do it

Ahhh

Loco Mía keeps your body movin’

don’t you ever let nobody tell ya

you can’t get down

Locomia, Loco Mía

Locomia, Loco Mía

Disco Ibiza Loco Mía

moda Ibiza Loco Mía

Loco Ibiza Loco Mía

sexo ibiza Loco Mía

mar ibiza Loco Mía

get up Loco Mía

crazy ibiza Loco Mía

marcha ibiza Loco Mía

Loco Mía keeps your body movin’

ain’t nothing to it let your body do it

gettin’ it

Loco Mía keeps your body movin’

abanicos will be groovin’ till they see you

you can’t get down

Loco Mía, Loco Mía

Abanico Loco Mía

gettin’ it

don’t you ever let nobody

Abanico Loco Mía

Loco Mia,

Abanico Loco Mía

Loco Mia

get up on the groove

Abanico Loco Mía

Abanico Loco Mía

get up get up

get up on the groove

Loco Mía keeps your body movin’

Loco Mía keeps your body movin’

abanicos will be groovin’ till

they see you

you can’t get down

Loco Mia

abanico Loco Mia

Loco Mia

abanico will be groovin’

Por favor noten cómo usan el inglés de tal manera que no se despojan de la palabra “abanico”. Esos podrían cantar en swahili y seguir diciendo “abanico”.

SUENA: Are You Happy Now — Michelle Branch (¿¿qué creyeron que estaba oyendo, Locomía??)

Farewell, Blogstop!

¡¡¡Se acabó Blogstop!!! Buaaaaaa, mi juego mentor… No puedo creerlo. Fui adicta a ese juego hasta que creé Acrónimos. Siento un profundo respeto por Blogstop y Sam, su creadora… Como Quetzalcoatl, impartió su sabiduría y se fue.

SUENA: Bright Eyes — Jason Mraz

VI Premios Locovox de la Semana

Hola, amigos. Después de soportar toda clase de problemas técnicos (hasta rayos cayeron) he logrado traer de vuelta a los chicos ibicencos, que andaban felices anunciando los archifamosos Raël D’Or. Gracias a Piet por invitarlos.

No se diga más, que comience la función.

Blog de la semana: Meditaciones de tardes lluviosas, de Cata, por “Ayer llovió tan fuerte…”

Página web de la semana: The Hayao Miyazaki Web

Comment externo de la semana: Aranta y Michín en el post de Das Michin Review sobre Sen to Chihiro Kamikakushi, por ser un vivo ejemplo de la belleza humana. No estoy siendo irónica, esas frases me cogieron en el mood arrancalágrima.

Autor de la semana: Dylan Thomas, por Do Not Go Gentle Into That Good Night

Mención 5ive a la mejor respuesta de Las cinco del viernes: Monique, en Yo: mi patética historia, por “¿Qué te llevarías allí, aparte de tu ropa?”

Canción de la semana: El comején, de Wilfrido Vargas

Bloggevent de la semana: Había prometido que no hablaría de esto en los premios, pero como cada vez es más raro verle la cara a un blogger fuera de Monique, Cata o Gloria, permítanme contarles. El Bloggevent de la semana sucedió el domingo en Hda. Sta. Bárbara, con Piet, Monique, Glow, Juano y Juans. Cuenteros, tinto con lluvia, aromática de frutas, Piet cayéndose de la silla como si hubiera estado sentado en un monociclo, curiosas coincidencias de miopía.

Gran homenaje de la semana: Freddie Mercury, porque el 24 de noviembre de 1991 nos dejó sin poder oír la voz de Dios. Oigan, en serio, únanse a mi campaña:

La voz de Freddie es la voz de Dios.

This world has only one sweet moment set aside for us…

Las cinco del viernes: Do you want to fly in my beautiful balloon?

Up, up and away in my beautiful, my beautiful ballooooooooon!

—The Fifth Dimension

1) ¿A dónde te irías de vacaciones, sea donde sea, en cualquier parte del mundo?

A JAPÓN, a la isla Saipán, San Francisco/Napa Valley, o más bien por todo Estados Unidos, a Grecia, España (pueblitos pequeñitos más que todo), Inglaterra, China, Perú, Chile, Argentina, Brasil, México, Líbano (hombre ¡las raíces!), Marruecos, Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur, ummm… creo que me iría por todo todo todito el mundo.

2) ¿Cómo llegarías hasta allí? ¿En qué medio de transporte?

Como sea y en lo que sea. Paseo es paseo.

3) ¿Con quién te irías, sea un músico, un actor, una actriz, un escritor, o tu pareja?

¿Con quién más me voy a ir? ¡Con mi gran compañero de aventuras turísticas, el increíble Minori Honda! O si no, con mi familia, que con ellos también se pasea muy rico.

4) ¿Qué harías allí? ¿Descansarías, explorarías sitios que nadie ha visto o simplemente irías a las principales atracciones turísticas?

Puf, haría de todo… y si no que lo diga Minori, que con él hemos visitado, hemos explorado, hemos descubierto, nos hemos perdido, hemos sido turistas y conocedores, locales e invitados… aaaah cuánto anhelo viajar ahora mismo…

5) ¿Qué te llevarías allí, aparte de tu ropa?

CÁMARAS. Cualquiera que me conoce sabe que yo le tomo foto a absolutamente todo. Llevaría cámara digital y de rollo, filmadora y grabadorita de periodista… y mucha, mucha plata para souvenirs.

SUENA: Caracol Noticias

Escribí un cuento y se borró. Quiero tirarme del techo de mi casa.