• ¿Maquinaqué?
  • Cronología
  • 2018 - 05.24

    Mi familia y yo viajábamos a una isla en el Pacífico. En nuestro grupo también viajaba una compañera de universidad (que no existe en realidad pero parecía basada en la becaria de Bután en Gaidai). En la isla nos anunciaban que la estudiante, colombiana, había provocado la ira de la mafia, que controlaba la isla. Por lo tanto, tendríamos que tirarnos de una cascada de 40 metros de altura y morir. Yo me preguntaba si podríamos huir, pero la estudiante me decía que si lográbamos escapar y nos encontraba la mafia nos iban a partir el estómago en dos. Le preguntaba a nuestra guía/verdugo si nos perdonarían la vida si nos fuéramos de la isla de inmediato. Ella decía que sí pero tendríamos que irnos a Europa. Trato hecho. Ella no podía creer que yo tuviera la plata para comprar pasajes, pero yo sí la tenía y algo le decía como que para eso es. Nos alejábamos de la cascada y llegábamos a un chuzo donde vendían anguila asada en cajitas de bento. Yo me demoraba en escoger una cajita y mis papás arrancaban en una especie de carro/montaña rusa. Me ponía brava porque no me habían esperado y les pedía que me pagaran la entrada para montar yo también.

    Justo antes de despertar alcancé a pensar que yo ya había estado en una isla en el Pacífico y nadie me había amenazado. Estuve unos segundos preguntándome si los problemas con la mafia eran en Guam o Saipán. Seguramente en Guam no; yo había estado ahí. De repente recordé que en Saipán también había estado: sola, sin amenazas, y con comida diferente. Ahí sí abrí los ojos.

    2017 - 06.24

    Del trabajo me mandaban a hacer encuestas. Éramos varias personas y nos íbamos separando poco a poco. Algunas de las personas eran compañeras del colegio y hablaban de recorridos por la ciudad. Otra preguntaba por la estrategia de redes de la empresa y yo le respondía que ya no tenía ninguna. Yo no quería encuestar gente, especialmente al pensar que tendría que abordarlos y preguntarles si tenían tiempo y me rechazarían. Llegaba a un cerro, algo así como el cerro de Suba. Me bajaba del bus (con temor a perderme) en medio de un bosque donde un señor (igualito a Chris O’Dowd y con el mismo acento) y le hacía la encuesta. Nos caíamos bien. Al terminar, aparecía el bus que me servía para irme del cerro, y yo le hacía señas para que no me dejara, pero el conductor hacía señas de algo que yo no entendía. Tal vez debía apurarme. Pero era demasiado tarde porque los zombis habían llegado y atacado a mi encuestado. Entonces él se me abalanzaba y yo sentía cómo me mordía y estaba por arrancarme un pedazo de carne en la parte delantera del cuello, justo sobre el esternón. Yo esperaba el dolor sin miedo.

    Parece que hubo un flash forward. Ahora ambos éramos dos zombis enamorados. La gente nos veía y se maravillaba de nuestro amor, que sería eterno.

    2017 - 06.23

    Mi hermana y yo compartíamos un espacio para vivir en un mundo distópico donde nos filmaban y observaban. De repente aparecía j. Como mi hermana estaba afuera, lo conducía a la cama que ella y yo compartíamos y ahí nos acostábamos y nos mirábamos pero no nos atrevíamos a mucho más. Máximo llegábamos a abrazarnos. Cuando mi hermana llegaba, nos encontraba abrazados. Yo lo llevaba a un sofá en la parte más alejada del espacio. El espacio no era encerrado, sino que era como un segundo piso en un hall muy grande, con barandas en vez de paredes. Había una sola pared entre la cama y el sofá, más o menos, y yo quería llevarme a j. allí pero había más gente observando. No sé por qué nos observaban. Mi hermana me decía que hiciera lo que quisiera (o sea, que podía volver a la cama) pero que tuviera en cuenta que él estaba muy desaliñado. Finalmente j. y yo tratábamos de escapar pero nos disparaban desde las montañas. Quedé confundida al despertar porque j. y yo ya no hablamos en la vida real pero esto se sintió como un encuentro real con un sentimiento que quedó enterrado hace años.

    2017 - 05.03

    Estaba con mi familia y me quejaba de cómo me trataban en el trabajo.

    2017 - 05.02

    La dueña de la empresa donde trabajo era amable conmigo. Tenía un problema porque su casa había sido listada erróneamente en Airbnb y ahora estaba recibiendo huéspedes. Había una mujer de pelo pintado y labios rosados que le causaba escozor. A mí me parecía amable, de todos modos.

    2017 - 05.01

    Mi abuela estaba muy enferma y por eso mi tío estaba muy nervioso. De repente ella aparecía de la nada y estaba mejor.

    Llegaba a un barrio muy pobre, hablaba con la gente de una panadería. Decidía que quería volver para ayudarles, comprarles algunos insumos, etc. Tenían muchas actividades que querían llevar a cabo y me caían muy bien.

    2017 - 04.28

    Trataba de anotar algo pero me costaba mucho. Creo que estaba tomando un curso, posiblemente con la gente del colegio.

    2017 - 04.02

    La ex de Himura tenía cáncer. Yo la ayudaba en algo y era amable con ella. Himura se enteraba y aparecía para burlarse de mí por haber hecho todo eso, según él, con el fin de congraciarme con él. Ella también se burlaba y me trataba súper mal al enterarse de que yo era la ex anterior. Yo explicaba que lo había hecho por ser amable, simplemente, pero las burlas crecían. Himura estaba rodeado de muchos amigos que hacían eco de las risas y ofensas. Yo intentaba echarlos porque qué diablos tenían que ver en esto. Himura seguía burlándose de mí. Alguien señalaba que él tenía toda la razón en haberme cambiado por ella porque ella sí tenía un cuerpo espectacular. Yo le gritaba que habían pasado ya nueve años desde que terminamos. NUEVE AÑOS. Él seguía, alentado por sus amigos y acompañado de la ex. Eran súper ofensivos. Yo me empezaba a ir, pero antes de cerrar la puerta (no sé dónde estábamos) le decía que yo me iba a casar el próximo mes y mi vida estaba muy bien y yo estaba feliz. Las risas seguían. NUEVE AÑOS, seguía gritando yo.

    Estaba en una universidad que tenía una arquitectura preciosa. Parecía un conjunto de edificios diseñados por Frank Lloyd Wright. Yo iba a estar poco tiempo ahí. Salía de la biblioteca y me iba a mi dormitorio. El campus me encantaba.

    2017 - 02.05

    Estaba frente a un tablero con mis ex compañeras de curso. Hacían un concurso en el que uno tenía un minuto para llenar una lista con diferentes categorías. Cuando me llegaba el turno, JH decidía que yo llenaría mi lista en japonés. Me parecía un poco injusto pero igual intentaba. La primera categoría era “uf”, o sea que yo debía escribir “uf” en japonés. Escribía 「ウフ」 pero la tiza escribía feísimo y el borrador borraba peor, así que se me iba mucho tiempo escribiendo y borrando, escribiendo y borrando. Otra categoría era “una entidad”: escribía 日本放送局 (NHK) y todas quedaban maravilladas. La última categoría tenía algo que ver con antropofagia. Yo no sabía cómo decir “antropofagia” en japonés y simplemente lo escribía en katakana. (Efectivamente, el término アントロポファジー también es aceptado, según acabo de verificar.) El resto de cosas también las escribía en katakana, pero no recuerdo qué eran.

    Después había un desayuno en otro sitio. Yo iba y comía un montón de melón y papaya con yogur. Era un tarrado de yogur con pedazos grandotes de fruta. Mientras tanto, nos enterábamos de que VS acababa de irse a San Francisco a vivir de ilegal.

    Estaba en un monasterio lleno de hiedras. Caía la tarde y la luz era hermosa. Estaba con Himura y un amigo de él. No nos llevábamos bien, pero ahí estábamos. Él quería demostrar que tomaba mejores fotos que yo. Yo intentaba tomar fotos con mi celular pero siempre me daba cuenta de que acababa de tomar las fotos con un celular más viejo (peor cámara) o un celular ajeno (mejor cámara pero no me podría quedar con las fotos). La luz bonita, como en cualquier tarde, no duraba para siempre, y pronto se hacía más difícil tomar fotos fantásticas. Hablaba con Himura y le decía que nunca lo había conocido realmente. Él estaba de acuerdo.

    2017 - 02.03

    Por accidente resultaba en una reunión de ex alumnas de mi colegio. Le explicaba a LM que había soñado con ella, que una bandada de compañeras volando me habían traído acá. Todas estábamos en uniforme. Mi uniforme era tan cuadrado y grande y deforme como el que tuve de verdad. Era un poco confuso estar ahí porque yo tenía entendido que la reunión sería un día diferente, no el 3 de febrero. Mientras atravesábamos el parqueadero de profesores, le comentaba con dicha a alguien que ahora yo podía decir con libertad que odio todo. Esa persona me miraba mal. Llegábamos a la recepción (donde nunca nos dejaban pasar) y había una puerta con cortina. Yo decía que por qué no más bien ponían una pared y ya. Era extraño estar con todas de uniforme sabiendo que la gran mayoría ya eran mamás. Mis interacciones incluían a LF y AML.