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    2017 - 06.24

    Del trabajo me mandaban a hacer encuestas. Éramos varias personas y nos íbamos separando poco a poco. Algunas de las personas eran compañeras del colegio y hablaban de recorridos por la ciudad. Otra preguntaba por la estrategia de redes de la empresa y yo le respondía que ya no tenía ninguna. Yo no quería encuestar gente, especialmente al pensar que tendría que abordarlos y preguntarles si tenían tiempo y me rechazarían. Llegaba a un cerro, algo así como el cerro de Suba. Me bajaba del bus (con temor a perderme) en medio de un bosque donde un señor (igualito a Chris O’Dowd y con el mismo acento) y le hacía la encuesta. Nos caíamos bien. Al terminar, aparecía el bus que me servía para irme del cerro, y yo le hacía señas para que no me dejara, pero el conductor hacía señas de algo que yo no entendía. Tal vez debía apurarme. Pero era demasiado tarde porque los zombis habían llegado y atacado a mi encuestado. Entonces él se me abalanzaba y yo sentía cómo me mordía y estaba por arrancarme un pedazo de carne en la parte delantera del cuello, justo sobre el esternón. Yo esperaba el dolor sin miedo.

    Parece que hubo un flash forward. Ahora ambos éramos dos zombis enamorados. La gente nos veía y se maravillaba de nuestro amor, que sería eterno.


    2016 - 07.03

    Veía una película de Batman que no había visto antes. Estaba interesante. Aparecía Taye Diggs y paseábamos por diferentes sitios de un pueblo desértico, entre ellos un templo vudú o santero o algo así. Existía la idea de que íbamos a tirar como tres días seguidos pero yo quería bañarme primero porque estaba en pijama.

    De repente estaba en un UberPool y aparecía Himura con los hermanos para compartir el carro. Situación incómoda. Yo pensaba que justamente había querido escribir en Twitter acerca de ir en UberPool y que justamente le toque a uno compartir el carro con el ex (esto lo pensé en la vida real hace días).


    2015 - 05.18

    Iba a Tokio. No tenía un plan. Tenía plata suficiente para un JR Pass pero por el momento no lo compraba. Compraba un tiquete para ir a algún lugar lejano de la Yamanote Line. Decidía mandarle un mensaje a Chee Siang a ver si me alojaba en su casa por el momento. Me recibía: su apartamento era enorme y entapetado. Yo señalaba que no parecía una vivienda japonesa para nada, a pesar de que había tatami por aquí y por allá. El baño era rarísimo. La taza parecía estar pegada a un jacuzzi. Me preguntaba a qué tomarle foto primero para poner mi primera foto de Tokio en Instagram.


    2015 - 04.17

    Me invitaban a una fiesta donde también estaba una ex jefa que me había tratado mal. Ella hacía hasta lo imposible para no sentarse al lado mío. A algunos conocidos les hacía gracia su incomodidad. Me pasaban pasabocas y yo me encartaba con el plato. Trataba de sacar mariscos del plato con una especie de papadum. Me preguntaba si debía ser amable con ella o decirle que era la peor persona del mundo. Aparecía una compañera del curso vestida con el uniforme del colegio. Le preguntaba qué hacía vestida así si ya estaba casada y con hijos. Hablaba del origen de los colores del saco antiguo (café por la cruz de Cristo, decía). Yo le decía, ¿y entonces de dónde sale el anaranjado tan horrible de la falda? Ella se iba, furiosa.

    De repente ya no estábamos en la fiesta sino que nos estaban empujando a toda velocidad (¿en una silla de ruedas? ¿en un coche? ¿en un carrito de supermercado?) hasta un sitio que yo identificaba como La Fontana. Era una clínica con un jardín central enorme rodeado de muchas pastelerías con comensales viejitos. Yo mencionaba que me encantaban las pastelerías de anciano con nombres tales como “La Vieja Viena” y los pastelitos llenos de frutas. Aclaraba que en realidad no comía casi postres. Me encontraba a mi mamá llorando sobre el mostrador de un almacén porque la estaban tratando de estafar en la venta de una garrafa de algo. El vendedor me informaba el precio que le estaban dando.


    2015 - 02.25

    Conocía a Mark Zuckerberg. Era un tipo genial. Yo le decía que era el tipo de persona de la que yo querría ser amiga, pero que seguro era un tipo muy ocupado y nunca podríamos hablar. Me decía que lo agregara a Facebook. Él se la pasaba jugando jueguitos de esa red. Me contaba que prefería viajar en primera clase de un vuelo comercial que en un avión privado.


    2014 - 06.27

    Iba a cine con un amigo, pero de repente él tenía que hacer otra cosa. Yo compraba entradas para los dos pese a que la película ya había empezado y quién sabe cuándo llegaría él. Me preguntaban si la película que quería ver era Edge of Tomorrow o End of Tomorrow (era la segunda). Los puestos del cine estaban dispuestos por zonas llamadas “like”, “retweet” y así. Yo escogía la zona “like”.


    2014 - 04.10
    1. Iba a ir a Estados Unidos pero me daba cuenta en el camino —en Japón (¡!)— de que había olvidado mi plata. Solo tenía como dos billetes de ¥1000. Pedía unos pinchos de sushi y casi no lograba decir en japonés “a cómo son”. Hablaba demasiado confianzudamente con el vendedor japonés (demasiado para estándares japoneses).
    2. Tenía trabajo de interpretación pero amanecía ronca. Pánico.
    3. Iba al apartamento de alguien en el centro de Bogotá. Era un semicírculo muy amplio pero ella se iba a mudar porque era una zona muy insegura. De repente aparecía una ex compañera del colegio y nos anunciaba en un cómic que estaba en proceso de transición para ser hombre. Yo le decía que yo ya sabía y que, es más, lo había soñado y lo tenía anotado en este blog. Cuando me disponía a mostrarle el post, mi computador enloquecía y me mandaba a cualquier página menos a esta.


    2014 - 03.19

    Estaba en Francia y el sitio donde me encontraba estaba lleno de hombres guapísimos. Atravesaba las mesas de un café, me miraban y me decían “bonjour”, yo no respondía nada pero en mi mente solo quería decirles “papacito”. Quería tuitear esto.


    2013 - 04.05

    Hablaba por Gtalk con j. No peleábamos. Nos contábamos cosas chistosas.


    2013 - 03.10

    Tomás me escribía que medía 2,10m. Yo pensaba responderle que tan chévere ser tan alto, que yo solo mido 1,68m. Iba caminando hacia la casa de mi abuela paterna y de pronto no podía caminar porque me faltaba voluntad, me costaba muchísimo poner una pierna frente a la otra. Iba caminando con algunas amigas, y quería mostrarles una parte del camino donde se veía el mar. Llegábamos ahí pero ellas no estaban interesadas y se perdían el paisaje. De pronto veía en televisión que la basketbolista del curso había perdido la competencia olímpica de natación y se ponía muy brava porque lo suyo no era la natación sino el basketball.