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  • Archive for June, 2017


    2017 - 06.24

    Del trabajo me mandaban a hacer encuestas. Éramos varias personas y nos íbamos separando poco a poco. Algunas de las personas eran compañeras del colegio y hablaban de recorridos por la ciudad. Otra preguntaba por la estrategia de redes de la empresa y yo le respondía que ya no tenía ninguna. Yo no quería encuestar gente, especialmente al pensar que tendría que abordarlos y preguntarles si tenían tiempo y me rechazarían. Llegaba a un cerro, algo así como el cerro de Suba. Me bajaba del bus (con temor a perderme) en medio de un bosque donde un señor (igualito a Chris O’Dowd y con el mismo acento) y le hacía la encuesta. Nos caíamos bien. Al terminar, aparecía el bus que me servía para irme del cerro, y yo le hacía señas para que no me dejara, pero el conductor hacía señas de algo que yo no entendía. Tal vez debía apurarme. Pero era demasiado tarde porque los zombis habían llegado y atacado a mi encuestado. Entonces él se me abalanzaba y yo sentía cómo me mordía y estaba por arrancarme un pedazo de carne en la parte delantera del cuello, justo sobre el esternón. Yo esperaba el dolor sin miedo.

    Parece que hubo un flash forward. Ahora ambos éramos dos zombis enamorados. La gente nos veía y se maravillaba de nuestro amor, que sería eterno.


    2017 - 06.23

    Mi hermana y yo compartíamos un espacio para vivir en un mundo distópico donde nos filmaban y observaban. De repente aparecía j. Como mi hermana estaba afuera, lo conducía a la cama que ella y yo compartíamos y ahí nos acostábamos y nos mirábamos pero no nos atrevíamos a mucho más. Máximo llegábamos a abrazarnos. Cuando mi hermana llegaba, nos encontraba abrazados. Yo lo llevaba a un sofá en la parte más alejada del espacio. El espacio no era encerrado, sino que era como un segundo piso en un hall muy grande, con barandas en vez de paredes. Había una sola pared entre la cama y el sofá, más o menos, y yo quería llevarme a j. allí pero había más gente observando. No sé por qué nos observaban. Mi hermana me decía que hiciera lo que quisiera (o sea, que podía volver a la cama) pero que tuviera en cuenta que él estaba muy desaliñado. Finalmente j. y yo tratábamos de escapar pero nos disparaban desde las montañas. Quedé confundida al despertar porque j. y yo ya no hablamos en la vida real pero esto se sintió como un encuentro real con un sentimiento que quedó enterrado hace años.