Estaba visitando a unas personas entre las cuales estaba un contacto de Internet. Les decía que tenía que irme ya, que me urgía volver a Pittsburgh. Me quedaba dormida y me despertaba llegando a Pittsburgh con mis maletas embutidas (eran 3 y ahora había 2, una de las cuales tenía otra adentro). Al parecer el contacto de Internet me había mandado en el tren mientras dormía.
La estación de Pittsburgh era como las grandes estaciones japonesas, con almacenes por departamentos adentro. Mientras llegaba pensaba que en Estados Unidos todo era demasiado grande. Quería comprar quesos antes de llegar a la casa. De repente yo estaba preparando té para mí mientras Himura esperaba. Se suponía que teníamos que celebrarle algo a alguien pero yo no tenía ganas. Muy cerca había un almacén de estación pero ya no le quedaban tortas ni nada. Aparecía alguien que le había hecho una especie de flan o pudín a la persona a la que le estábamos celebrando. Era incómodo tener que hacer todo esto con Himura.
Tags: comida, Estados Unidos, Himura, viajes