Debajo de una biblioteca había una excavación de un antiguo museo de la esclavitud. Las estatuas se estaban desmoronando, pero algunas cobraban vida y nos acompañaban en el camino. A mi tía y a mí nos daba muy duro ver todo eso y nos separábamos del grupo de la visita para ver las cosas más rápidamente y salir más pronto.
2015 -
02.27