En el patio interior de un edificio había muchos cerditos bebés miniatura. Era difícil atraparlos, aunque yo a veces podía. Me daban mucha ternura pero nadie sabía qué hacer con ellos. Incluso había algunos trepados en un árbol. Alguien mencionaba que también había otro tipo de animal suelto por ahí. Yo atrapaba un hipopótamo bebé, a mi mamá le daba un poco de impresión, pero al cabo de unos minutos ya no era un hipopótamo de verdad sino una bolsa de cuero en forma de hipopótamo y yo pensaba que me había confundido. Pensaba que quería llevarme un cerdito bebé a la casa pero luego crecería hasta volverse gigante y sucio.
2014 -
06.22