Iba con mi familia a un restaurante de muchos pisos. Me enteraba de que ese era el restaurante donde trabajaba la señora con la que había trabajado hace años. La alcanzaba a ver en la distancia y empezaba a huir, corriendo por todos los pisos. El restaurante tenía un vacío en el centro de todos los pisos para que se pudieran apreciar las plantas colgantes y el jardín central. Me deprimía mucho. Mientras mi familia departía, yo me apartaba para suicidarme con una uva gigante (que sabía a aceituna roja) y una hoja de laurel. Me los comía y esperaba a que hicieran efecto. Se iban demorando. Mi familia me enviaba a Cavorite a tratar de hacerme entrar en razón.
2013 -
01.17