Estaba en un restaurante indio con mi abuela y mi mamá. Pedía un lassi.
Me encontraba con Himura. Tenía el pelo largo y se veía bien. Me invitaba a pasar a una casa, que era la de la novia. Le decía que me tenía que ir pero que hablaríamos después. Él aclaraba que no íbamos a volver a hablar. Yo comprendía y le deseaba suerte en todo. Lo abrazaba, creo, y me devolvía adonde me estaba esperando mi familia. Pensaba que 1) él tenía la cabeza muy grande y 2) hace mucho tiempo no abrazo a nadie más alto que yo que no sea mi papá. Llovía y no pasaban taxis, pero mi papá, mi hermana y yo lográbamos meternos en uno.