Antanas Mockus estaba enfermo. Yo estaba parada frente a la reja de su casa. Tenía el presentimiento de que moriría. Si eso pasaba, probablemente debería anunciarlo por Twitter. En efecto, aparecía un enfermero y nos daba las malas noticias. La gente lloraba. Yo también estaba algo llorosa. Abrían la casa y todo el mundo entraba a ver el cadáver y llorar. Yo entraba y lo veía como por medio segundo, pero era tan impresionante que salía corriendo. Esperaba que llegara Gina Parody al funeral para darle el pésame y ahí sí dar una declaración oficial en redes, pero ella nada que aparecía y en cambio sí pasaba gente por ahí burlándose de mí.
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