Estaba paseando por lugares de Bogotá que no conocía. Había plazoletas futuristas con una especie de monumento-estatua llena de luz y muchos bosques. Iba con un contacto de Internet no sé a qué destino, pero él se quedaba en el camino con su hijo porque había un museo de robots. Yo empezaba a pensar que no alcanzaría a llegar donde quería ir antes de despertarme.
2011 -
10.31