Iba a un almacén a comprar un vestido de baño nuevo pero solo me salían puros disfraces de Batichica y la Mujer Maravilla en látex. Me los medía. Me veía algo gorda en ellos.
Vivía en La Candelaria. Caminaba por el centro de Bogotá. Me encontraba con la compañera de Los Andes que me odia, nos poníamos a hacer charla ligera y resultábamos amables la una con la otra.