Iba en bus en Bogotá. Pasaba frente a un museo de parques de atracciones. Desde afuera se alcanzaba a ver que estaba lleno de carrozas inútiles y mesas que parecían sacadas de un ponqué de matrimonio de los años sesenta. Había familias almorzando en las mesas. Pensaba invitar a Yurika algún día al museo. Un poco más adelante en el camino el copiloto se ponía a tocar guitarra. Me aburría y decidía bajarme pero me daba cuenta de que me había pasado de mi parada, aunque no sé adónde iba. Me bajaba en una vía destapada al lado de un caño. Las casas al otro lado del caño estaban en obra gris, las que estaban al otro lado de la calle eran de interés social. Desenredaba los audífonos del iPhone, me los ponía y me ponía a caminar. El día era soleado y caluroso.
2010 -
11.22