Alguien ensayaba a hacerme un peinado extraño pero bonito. Había una fuente hermosa en el sitio donde me encontraba. Al parecer era más linda en invierno. Creo que también me probaba unos vestidos, o yo estaba aprendiendo a hacer vestidos.
Por alguna razón tenía que usar en secreto el baño de un edificio. Entraba. Los interruptores eran como en Suiza. Dejaba la puerta abierta. Una señora me pillaba y llegaba corriendo al baño dispuesta a pegarme. Yo cerraba la puerta, pero ya era demasiado tarde. Ella la abría violentamente y me encontraba haciendo cara de inocente, sentada. Yo le decía (sin pararme) que solo era una niña que necesitaba el baño. Ella se disculpaba.
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