Soñé que al fin acomodaba el futón extra para volver a dormir sobre tres capas, como venía haciendo antes de que viniera Chee Siang a quedarse.
Después estaba en un aeropuerto; iba a tomar un vuelo nacional por Avianca, no sé desde dónde ni adónde. Veía a Himura y me hacía la loca, pero me bloqueaba el paso para saludarme. Las azafatas nos interceptaban poco después para hacernos muchas preguntas sobre el menú de a bordo. A mí me preguntaban por traducciones español-inglés de la comida que me iban a dar.
Tags: aviones, Colombia, Himura, idiomas, la vida real, viajes