Cavorite y yo íbamos a ir a Tokio con el TX Metro Pass (tiquete que permite usar el Tsukuba Express y toda la red del Metro de Tokio cuantas veces se quiera durante un día) y resultaba que por ser fin de año lo estaban regalando, con la condición de que uno no podría bajarse en una estación aleatoria que salía impresa en el tiquete. A mí me salía Nagatacho y a él le salía Akabanebashi.
(Qué detallado se pone mi cerebro a veces… No recordaba la existencia de esas dos estaciones, pero resulta que son reales: cerca de Nagatacho está el edificio de la Dieta, y Akabanebashi da contra un parque que conduce a la Tokyo Tower.)
De repente estaba rodeada de una familia que no era la mía. Le estaban cantando el Happy Birthday a alguien y había un niño chiquito que se estaba portando mal, creo que porque había algo a lo que se estaba negando. De pronto toda la familia lo examinaba para saber si era niño o niña.