Alguien a quien aprecio va a cerrar su blog, y se siente un poco como la muerte de todos los blogs. Era un blog importante, su dueño era importante para los que lo leíamos. Su desaparición es como si un …
Archive for the 'j.' Category
Jesús Cossio dice que a los veintinueve años la gente toma decisiones radicales. Enfrentadas a la inminencia de los treinta, las personas abandonan cosas, emprenden cambios drásticos, corrigen el rumbo en un último intento de verse bien encarriladas a la …
La única manera de no tener que despedirme tanto es dejar de moverme. j. dice que eso es posible, pero yo no quiero resignarme así, o más bien no puedo. Hace tiempo partí mi corazón de radiofaro con un golpe …
Me mandan a una misión en un santuario de flora y fauna en la selva andina. No hay Internet ni teléfono ni nada que me permita establecer contacto con el mundo exterior. Poco a poco el trabajo se va apoderando …
Vivo en un país que se parece a las tabernas de las películas de vaqueros, esas donde llegan los villanos mal afeitados que aparecen en los letreros de “Wanted” y se miran de reojo con el sheriff y al final …
- No me gusta el pan con mantequilla y mermelada. O se le pone mantequilla o se le pone mermelada. Las dos mezcladas se convierten en un mazacote grasoso y pegachento sin sabor definido. Sin embargo, la cosa cambia cuando se
- ¿Cómo escribir sobre la propia vida y no sonar como protagonista de Girls o la presentadora de La brújula mágica, o ambas al tiempo?
- Cuando tenía catorce años empecé a escribir un cuento sobre una comunidad de adolescentes que
No sé cómo describir con exactitud el principio de este día. Creo que dividiré el proceso en viñetas de instantes:
- Abrir los ojos
- Pensar de inmediato en ver qué hay en Twitter
- Caer en cuenta de que ya no tengo
Nunca he tenido mayor interés en conocer Corea del Norte. Las fotos de Kim Jong-Il mirando cosas son desconcertantes pero no ofrecen una ventana hacia algo que uno quisiera ver en persona, a no ser que uno sea una especie …
Tenemos miedo de escribir. Tenemos miedo frente a una ventana pintada de rascacielos, sobre un arrozal enlodado, detrás de un escritorio tapizado de pendientes. Tenemos miedo porque a dos pasos de distancia alguien lo hace mejor, o por lo menos …