En un mundo de interesantes claroscuros vive Maladjusted, maestro del relato de terror radiofónico. Su voz, prestada ya a numerosos personajes animados en el cine, le ha valido la lealtad de una audiencia que acude cada medianoche a su cita a distancia para estremecerse con sus cuentos. Buscando un poco de luz vino a Colombia, donde la narrativa oral ha tenido gran difusión. Este viaje —del que regresó hace relativamente poco —ejerció una gran influencia en su obra más reciente y, sin saberlo, él mismo dejó huella como eco aclarativo de un pueblo por siempre malinterpretado gracias a su infame representación en la pantalla chica.
Deseosa de intercambiar palabra con una de las voces más famosas de Suramérica busqué a Maladjusted en su hogar en Lima, pero me equivoqué de vuelo y terminé pasando una inolvidable semana en Buenos Aires con mi familia. Meses después lo logré atajar y no perdí la oportunidad de oír su voz en vivo y en directo, fuera del ámbito radial. El ciclo inicia, pues, con Maladjusted desde Lima.
Olavia Kite: Buenas noches, Maladjusted. Comencemos con lo esencial: ¿Colombiana o Inca Kola?
Maladjusted: El pajarito que tengo en el pecho me hace decir Inca Kola, pero la Colombiana siempre será mi amor platónico. Inca Kola, que de platonicismos ya estamos hasta las manos.
En su opinión, ¿por qué Guaripolo es el personaje favorito de los niños de 31 Minutos?
Es obvio, porque puede decir “whoooaaaa”. Es como no querer al chihuahua de Taco Bell.
¿Qué tiene usted que responder a las multitudes que claman por un carrito sanguchero sin conocer los riesgos a los que se exponen ante semejante responsabilidad administrativa?
Ehm… Se cayó el sistema. Por lo demás, soy su hermano, pero no sé nada. Soy sólo un funcionario asalariado, los carritos sangucheros están extentos de impuestos, y por lo tanto no se apegan a las normas formativas del inciso 24-b de la sección de peruanidad ambulante, así que la fiscalización de los mismos excede nuestras competencias. Se está preparando un proyecto de ley que atenta a recortar más nuestra injerencia en la situación carrito-sangucherística. Ahora mismo nuestro abogado Ladislao Finch busca un parangón legal en el cual apoyar nuestra moción para que, al contrario, se nos devuelva el poder de veto sobre el usuario de carrito sanguchero, la importación de insumos y la venta indiscriminada de manufactura sanguchera. Muchas gracias.
¿Cuál fue la peor comida que probó en Colombia?
A riesgo de ser tildado de poco patrio, tengo que decir que el pargo —¿se dice así? —en Santiago del Tolú. No he comido pescado más soso en mi vida.
¿Es cierto que usted es uno de los más grandes conocedores de datos biográficos de Chuck Norris en Latinoamérica?
Sabía que Chuck Norris perdió la virginidad antes que su padre… ¿Usted qué cree?
¿Son ciertos los rumores acerca de su heroica participación en la extinción de un incendio donde se presumía había un par de ejemplares de novelas de H.P. Lovecraft?
Aquella maldita noche el fuego consumía las paredes como lenguas de demonios que partían del mismo infierno de pesadillas en donde los dioses escupen su caldo impío… Ehm… No, no, qué va… que se quemen…
Así que es cierto. Usted fue el héroe aquella noche. Por cierto, ¿qué pasó con aquella anciana que clamaba por la salvación de sus discos de Maria Marta Serra Lima?
Alguien tenía que sacrificarse para que todo pareciera incidental. Era sencillo, la anciana usaba dientes postizos, no había forma de identificarla. Ahora Maria Marta y yo vivimos juntos en un pequeño condominio a las afueras de Los Cayos, en Florida. Los cuentos están en un lugar seguro y Silent Bob y Jay… bueno, eso es otra historia.
¿Qué opina usted de las mujeres colombianas? ¿Le perturbó el reiterado uso de ombligueras ceñidas y descaderados igual de ceñidos sobre generosas carnes morenas?
En las inmortales palabras del Adelantado Homero Simpson: Sacrilegioso. Uno nunca se siente tan carne como cuando es pescado, y créeme, en Colombia había mucho para sentirse carne. Ahora, que la ropa de Studio F sea un poco de puta…. bueno, se le perdona.
Explíquese un poco más, por favor.
La mujer colombiana es crisol de razas; sus ojos de morisca, sus carnes de caribe, sus gustos de europea. La pluriculturalidad es una de mis mejores facetas, así que confieso haber caído bajo los encantos de un par de ojos de almendra. Ahora, de las ombligueras y los descaderados… bueno, que se le hace, la ropa de “fiesta” allá es un poco putona, pero no es queja sino acotación.
Y hablando de fiestas, ¿podría aclararnos de una vez por todas por qué las polladas siempre terminan tan mal?
Sencillo. Una pollada tiene dos ingredientes básicos: el pollo y los cholos. Un pollo sin cabeza puede seguir moviéndose, sin cebrebro, por un lapso de 2 a 4 minutos, por motivo de la presión sanguínea y la resilencia de los músculos. Un cholo vive moviéndose sin cerebro un lapso de entre 50 a 70 años. ¿Qué nos dice esto? Realmente nada, pero había que dejarlo claro. Las polladas terminan en muerto porque siempre hay una callejonera, una quitamaridos o una rompecatres que acusa a otra callejonera, quitamaridos o rompecatres, y en ese caso los afectados defienden su honor en un espectáculo conocido como “boxeo criollo”, que termina, obviamente, en muerto. Y ya.
Ahora bien, ¿cómo ha manejado las hordas de fans que lo persiguen en calidad del “Vincent Price suramericano”?
Ay, por favor. Dejémonos de cosas. Mi nombre y “hordas” rara vez van juntos, salvo que sea en algún juego de estrategia. Por lo demás, tengo un doble de acrobacias y mi publicista se encarga de concertar las citas de “backstage” conmigo los jueves por la noche.
¿No le preocupa que lo persigan con tijeras gritándole “Papi, complétame”?
Me preocupa más el tipo que se viste como Winona Ryder y que se sienta en la primera mesa…
Se le ha visto pintar flechas azules por las calles aledañas a su hogar. ¿Es esto un performance o intenta desviar a sus seguidoras?
Un poco de ambas. Es un performance para una sola persona. Me gusta imaginar que a la hora exacta que lo hago, ella piensa en mí y me dedica una de sus sonrisas con cabeza agachada y ojos entrecerrados mirando el vacío. La parte del desvío es, en realidad, para desviarme a mí mismo, para tardar un poco en llegar al fin de ese camino. Es que llegué demasiado temprano, eso es todo.
Es una hermosa declaración, Maladjusted. Muchas gracias por su tiempo.
Gracias a usted.
[ Reflections — Diana Ross & The Supremes ]