Hoy me arrepiento (en mayor o menor grado) de lo siguiente:
- No haber estudiado con ahínco todos los kanjis que aprendí en Colombia.
- No haber estudiado con ahínco la gramática.
- No haber traído los libros de japonés que tenía allá.
- No haber llenado el libro para niños que me regaló Minori.
- No haber leído el blog de Kotaro durante los primeros meses del año.
- No haber traído las fotocopias de la clase de Asai Sensei.
- Nunca haberle pedido una bicicleta al Niño Dios.
- Haber interrumpido mis estudios de francés y mandarín.
- No haber comprado quesito de almendras este domingo en el minimercado.
Y por si fuera poco, no me explico cómo después de haber tenido tanto contacto con japoneses en Estados Unidos termino casi aislada de ellos en su propio territorio. Sé que la situación va a cambiar, pero para ese entonces mi nivel del idioma también deberá haber cambiado.
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Anoche soñé que conocía a Barry Dennen, y resultaba ser lo más de amable. Al fin algo bueno y diferente en qué pensar durante todo el día.
[ Listen Up (live) — Oasis ]