Observación

Cuando a un niño de dos o tres años se le entregan dos pelotas al tiempo (o se le presenta una bolsa llena de pelotas para que tome las que desee), lo primero que hace tras agarrarlas firmemente con sus manitas es golpearlas una contra otra repetidamente. Una vez realizado este (tal vez inconsciente) aplauso ritual, procede a jugar.

[ 雲は白リンゴは赤 — aiko ]

Passiflora

Los momentos de mayor tensión son sumamente propicios para encuentros inesperados. No es sino que el aire se permee de mi angustia para que las condiciones atmosféricas cambien y el informe del estado del tiempo alerte a los incautos sobre la conveniencia de hablarme sobre temas absurdos, en especial si se trata de consultas.

En alguno de esos días eléctricos me encontré con una ventanita de Messenger desde la cual una desconocida se ahorraba el saludo (¿si no te conozco para qué te voy a saludar?) e iba directamente al grano.

—Oye, ¿cómo se dice en japonés…?

La verdad es que yo me crié como anciana prematura y si hay algo que me disguste es que no me saluden. No como que pasen derecho en un corredor y no me saluden, sino que procedan a pedirme favores sin tener el más leve asomo de calidez humana. Algo así como si mi contacto en MSN fuera un motor de búsqueda.

No creo necesario recalcar que, si bien ya me encontraba en un estado bastante alterado (era época de exámenes), mi nivel de furia creció como espuma de cerveza. Cometí el craso error de recordarle que yo no era un curso de japonés, que además mi nivel no es tan bueno… y contestarle la pregunta.

—Oye pero ¿por qué la partícula… y no la partícula…? Yo tenía entendido que…

Debido a que tiendo a olvidar importantes detalles de episodios fastidiosos, sólo acierto a recordar que la mandé a tomar cursos en vez de venir a preguntarle a cualquier dueña de blog. Y de paso le aclaré que la discusión sobre partículas gramaticales puede tomar horas de clase enteras, que si se fija en el diccionario la partícula “ga” tiene mil y un usos.

—Oye pero no te pongas así que se ve muy feo. Igual me caes bien. ¡Chao!

No volví a saber de esta persona, pero tengo por seguro que he perdido a una lectora. Claro que mínimo ni siquiera leía sino que me encontró por casualidad cuando escribió en Google las palabras “noppo y gonta”. Por cierto, queridos buscadores: no poseo material relacionado con Dekirukana, las fotos que había coleccionado se perdieron en un desafortunado accidente y no he tenido la más remota posibilidad de encontrarme cara a cara con Ei Takami.

En fin. Ése no es el episodio más memorable.

El campeón tiene que ver con granadillas en Australia.

Yo no sabía que aquella fruta que no me llegó a gustar sino hasta hace un par de años (después de pasar toda mi infancia resistiéndome a tocarla, hasta que se me olvidó a qué sabía) también se da en el país del bumerán. Ese día me enteré.

Una lectora llegó aquella tarde a preguntar por el nombre de la granadilla en japonés.

—¿Cómo? No sé, no debe tener traducción.
—Sí debe tenerla.
—No porque aquí no hay granadillas.
—¿Cómo así que no hay? Debe haber.
—Pues yo suelo pasar por una frutería de las caras y ahí no hay granadillas.
—No, tiene que haber. ¿Cómo se les llama en japonés? Es urgente.


“Mocos de elefante”, les llamaba una niña del colegio a las granadillas. Ahora que lo pienso, el moco de un elefante tiene un aspecto completamente distinto.

Para apaciguar los ánimos de mi acalorada interlocutora decidí buscar páginas japonesas relacionadas con el tema. En efecto, el nombre aparecía en romaji (letras occidentales). Mientras tanto ella insistía en que aquí tenía que haber granadilla, si en Australia (¡aquí no más!) se daba. Prácticamente por reflejo empecé a responder sin datos que me respaldaran, al tiempo que continuaba en busca de información sobre la dichosa maraca anaranjada, con tan mala suerte de abrir la Wikipedia cuando era demasiado tarde. Ya le había dado Enter a mi ignorante inferencia “la granadilla sólo se da en Suramérica” cuando, por un lado, me enteré de mi falta de conocimiento en cuanto al cultivo de la Passiflora ligularis. Por otro me gané un regaño: un pequeño pero contundente discurso sobre la falla que constituía el horrible desacierto que yo había cometido.

Supongo que de ahí resulté con una lectora menos, apesadumbrada porque esta humilde (y además pésima) estudiante de japonés no sólo fue incapaz de darle el nombre de la fruta correctamente traducido sino que además vino a aseverar necedades. ¡Qué indignación!

La sensación de extrañeza causada por aquella confusa conversación me ha venido persiguiendo desde entonces. Si llego ir a Australia algún día me tomaré una foto con la fruta, a ver si logro enmendar el daño.

[ Tiny Dancer — Elton John ]

泥棒

Hace dos días se metieron los ladrones al dormitorio.

Sí, los ladrones. Los residentes no lo podíamos creer.

—¿Eso también pasa acá?

—¿El ladrón era extranjero?

—¿¡Qué!? ¿¡Japonés!?

El vigilante más joven de la universidad decidió hacer uso de su llave maestra para entrar al cuarto de una de las tutoras del edificio, con tan mala suerte de encontrarla ahí mismo, durmiendo. Lo despidieron en el acto, pero no supe si lo denunciaron.

Ayer cambiaron las cerraduras de todos los cuartos. Nadie se ha dado cuenta, pero pese a la cantidad de cosas terribles que salen en el periódico cada día, los extranjeros mismos estamos convencidos de que los japoneses de ninguna manera cometerían un crimen, que en este país nunca pasa nada.

[ This Town — Hot Hot Heat ]

Remodelando

El nuevo template se niega a cooperar.

Vamos a torturarlo a ver si nos da un par de nombres.

[ Nur Ein Wort — Wir Sind Helden ]

Loose

Una noche Nelly Furtado fue despertada por una llamada.

—Lo estás haciendo todo mal, Nelly.
—¿Yo? ¿Qué? ¿Quién habla?
—Sí, tú. Tú y tu estúpido complejo de artista independiente. Las ventas de tu último disco han sido ínfimas, nimiedades comparadas con Beyoncé o Justin Timberlake. ¿Creíste que porque el primero había tenido éxito te ibas a librar tan fácilmente de nosotros? ¿Crees que tienes derecho a hacer lo que se te dé la gana? ¿Acaso no firmaste un contrato con nosotros?
—Yo sé, pero—yo creí—
—No creíste nada. Tú eres una artista pop y debes comportarte como tal. ¿Qué diablos estabas pensando cuando hiciste un dúo con Cae-Cae—
—Caetano Veloso.
—¿Quién demonios es ése? Y eso de salir en videos en abrigo, ¿Qué fue eso? La gente no quiere ver esquimales, para eso está National Geographic. ¡Esto es pop, cristo, pop! ¡Y el pop no necesita museos, necesita resultados! ¡El pop no tiene por qué hacer pensar a nadie! ¿Tienes idea del tiempo que pierde la gente pensando y mirando enciclopedias en vez de salir a comprar? ¿¡Tienes idea del dinero que estamos perdiendo en este mismo instante gracias a tu “arte”!?
—…
—Intentamos distraer a la gente dándote más colaboraciones con Juanes, pero al parecer eso no tuvo absolutamente ningún efecto en ti. ¡Seguiste empecinada en sacar numeritos dignos de una mugrosa camioneta de hippies! Música del mundo… ¡basura! ¡Pérdidas!
—…Lo siento…
—Ahora, si eres tan gentil, hazme el favor de portarte bien. ¿Verdad que te portarás bien… Nelly?
—Sí—sí, señor.
—Veo que estás entendiendo, y eso me agrada. Ya veremos el día de mañana si aprendiste la lección.

Y de qué manera la aprendió. Cuando salió a la venta Loose, los admiradores de Nelly Furtado nos dimos cuenta de que había algo muy extraño en este nuevo trabajo. Le sobraban coreografías, le sobraban reggaetón y hip-hop, le sobraba sexo superfluo; le faltaban letras inteligentes, le faltaba originalidad, le faltaba alma. Entonces, en medio del horror de oír a Nelly acompañada de Calle 13, decidimos olvidar que ese disco existe. Es tanto el empecinamiento, que si en las calles nos invaden las imágenes de esa nueva Nelly cuya voz se ha convertido en un débil pero accesible coro de maullidos bailables, nos vemos obligados a olvidar que Nelly Furtado existe. ¿Podremos recordarla de nuevo algún día?

Una vez más, la industria de la música ha asesinado a la música.

[ Fools Rush In — Bow Wow Wow ]

The Olavia Kite Game

BusyIndifferentExhaustedFake GleeReal GleeMeanCenter of AttentionPositiveLucky WinnerEcstaticSelf-ConfidentFighterRocker

Jugar el Olavia Kite Game es fácil.
Tómese una foto por cada una de las siguientes categorías:

  1. Busy
  2. Indifferent
  3. Exhausted
  4. Fake glee
  5. Real glee
  6. Mean
  7. Center of attention
  8. Positive
  9. Lucky winner
  10. Ecstatic
  11. Self-confident
  12. Fighter
  13. Rocker

Suba las fotos a Flickr, agrégueles el tag “olaviakitegame” e invite a tres amigos a jugar.

La idea es de Azul. No pude dejar de reírme cuando me levanté de la cama y encontré mi fotoestudio convertido en juego. Es algo tan inesperado como reconfortante.

Si juegan me avisan. Estoy a la expectativa.

[ América — Nino Bravo ]

Año nuevo, ocio nuevo

¡Me aceptaron en el Vlog Internacional!

Me emociona haber encontrado una nueva excusa para no hacer tareas un nuevo pasatiempo. A falta de guitarra, bueno es iMovie.

[ Como todos — Nino Bravo ]

Audición

Me he llenado de coraje, he cambiado las ociosas siestas por valioso tiempo detrás de la cámara y frente al computador, he conseguido presentadores y banda sonora y finalmente, después de muchos días de pensarlo y sólo una tarde de grabación y edición, he aquí el producto que accidentalmente le envié a una compañía televisiva en busca de talento. Claro que como es una prueba de casting en vestido de baño, tal vez hasta me terminen contratando y deba abandonar mis poco productivos estudios para convertirme en presentadora de videos musicales en un escenario de playa. Eso es tan sólo el primer peldaño hacia la carátula de la revista Maxim.

Si mi ultra-sugestivo video no les abre en blip.tv, aquí está el link al viejo YouTube. Recibo comentarios sobre mi recién estrenado implante mamario y la escena de la guerra de almohadas.

¿No tiene idea de qué estoy hablando? ¿Sigue buscando bikinis y siliconas en este blog? Tiene usted dos opciones:

  1. Dirigirse a publicaciones especializadas en el asunto, como la revista SoHo, Donjuan o esos blogs raros que uno se encuentra en Blogscolombia haciendo clics al azar.
  2. Dirigirse al Vlog Internacional para el que estoy presentando audición con este video. No estoy segura de que me acepten—mi trayectoria en el mundo del videoblog es nula, jamás he cruzado palabra con sus miembros y hasta ahora pienso hacerles conocer mi intención. Pero bueno, al menos no me quedé dudando al borde del agua.

[ Just One Breath — Devics ]

Demasiado, demasiado poco

Eric Sutton, Bored Man.

1.

A veces me dan ganas de cerrar Acrónimos. Así, sin previo aviso; algo así como un acto egoísta tipo “¡Yo te he creado, yo te destruiré!”. Cuando ya decidida y con sonrisa macabra reparo en el entusiasmo con que la gente juega, me da pesar y desisto. Entonces veo con qué fiebre comentan y se critican los participantes. Tal vez nunca debí haber puesto la Caja de resonancia, aunque creo que es a ella que se debe el éxito del juego, lo que hizo que la gente empezara a tomárselo a pecho—demasiado a pecho, a mi parecer. “Debí haber cerrado a las 3000 entradas, como Blogstop“, es la impotente idea que siempre cierra estos episodios.

2.

Estoy pensando en presentar audición para el Vlog internacional. Según el wiki de la página el próximo tema son los buses, un tema no muy colorido en este lado de la región Kanto pero tampoco difícil de capturar. Sin embargo, no estoy del todo segura de querer participar, entre otras razones porque no tengo un motivo mayor que el tedio que me produce el retorno a este dormitorio y a la vida escolar que implica. Necesito un empujón para tomar la decisión final.

3.

Un guante negro refundido en un cuarto de doce metros cuadrados (de los cuales un 25% es ocupado por el baño) debería ser un incidente menor de fácil solución. Desafortunadamente, dado el tiempo transcurrido entre su desaparición y la detección de ésta y la espeluznante falta de orden del lugar, no lo es.

[ Hidden Place — Björk ]

Les temps sont durs pour les rêveurs.

Superado un largo episodio de dolor de estómago causado por un döner kebab picante al que no dudaría en dar una segunda oportunidad, se me ocurre que en este momento tengo la misma edad que tenía Amélie Poulain en la película y un corte de pelo más o menos parecido. No sé si esto es apenas una coincidencia sin importancia o si existe una relación más profunda entre el personaje y quien escribe. Por lo pronto, yo me siento un poco más allá del final de la historia.

[ Unfortunate Few — The Ditty Bops ]