Baci

Creo firmemente que los besos son altamente adictivos. Una vez pruebas uno no hay manera de convencerte de que existe una sensación mejor en la vida. Has caído en el vicio, el amor te va engullendo con la fuerza de un remolino y salir de él es increíblemente difícil. Necesitas desesperadamente otro beso, y otro, y otro y otro y otro y otro y otro. Obviamente hablo de besos siempre provenientes de la misma persona, porque pierden la magia cuando son de varios, son insulsos de ese modo…

Un beso es una hoguera que hay que saber avivar prudentemente: la pasión puede crecer hasta niveles incendiarios… sin embargo, es delicioso sentirla levantarse, estallar en chispitas, crepitar dentro de nuestras almas unidas. Si de mí dependiera, un beso sería todo lo necesario en una pareja. Sin embargo, sé que hay más cosas más allá de eso. Anyway, a mí un simple beso (¿o tal vez un par de besos?) me hace muy pero muy pero muy feliz.

Estoy escuchando: Maybe I’m Amazed, de Paul McCartney

Me siento: Enamorada

Ätherisch

We ceased being ourselves to become ethereal beings overwhelmed by passion.

Cierra los ojos. Sumérgete en un sueño, que es tibio y dulce y hermoso. Deja que fluyan todas tus energías hacia tu corazón y se irradien en un ciclo de perfecta sincronía entre dos almas.

No te empeñes en pensar, no busques la conciencia entre lo inconsciente. La conciencia se perdió como murmullo en la espesura del bosque. Olvida el entorno. No formules preguntas, no busques la respuesta a nada. Ahora sólo existe el espíritu, ahora sólo existe la belleza que se percibe a través del abandono total.

Abre los ojos y observa aquellos en los que siempre has querido estar reflejada. Desaparece de nuevo. Pierde la noción del tiempo, no existe, no es necesario. Todo se desvanece, todo es nada, todo se ha deshecho para dejar únicamente la estela de una soledad compartida que no vuelve a ser soledad nunca más…

¿Qué es la tristeza?

Estoy escuchando: Todas las flores, de Presuntos Implicados

Me siento: ¡¡¡FELIZ!!!

Hey, Man!

No sé qué escribir hoy. Sé que es mi deber escribir, y sé lo que quisiera escribir, pero no creo que sea algo que pueda ser leído así como así por todo el planeta Tierra. Debo ser ahora tan mesurada en mis palabras que yo misma no me reconoceré dentro de un tiempo. Sin embargo, se supone que éste es mi diario y yo escribo en él lo que se me antoje, así que intentemos… No, no se me ocurre nada. Pensemos mejor. Bueno, aquí va algo, una especie de desahogo contra el silencio forzado pero dichoso:

El mundo sabe algo; yo sé otra cosa. Mi vida cambió de estado de la manera más inesperada (todo lo absurdo e inesperado con el patrocinio del nuevo disco de Olavia Kite, Missing the Life that Follows, disponible en todas las discotiendas; incluye los éxitos Happy to See You Go By y The Tale of a Man… jajajaja eso me encantó). ¡Mi vida ha tomado un nuevo rumbo y no puedo contarle a nadie! ¡Y no puedo gritarlo! Uno de los moscardones de los sueños aterrizó para convertirse en dulce realidad y rodearme de las mariposas rojinegras que jamás se volverán polillas, y yo ¡me tengo que callar! Veo todo de mil fantásticos colores, mi caleidoscopio funciona perfectamente, ¡y nadie puede saberlo!

Sépanlo ustedes, queridos lectores. Desde esta madrugada, hace ya casi 24 horas, no he sido la misma. La sonrisa que me acompaña no es igual. Mis pensamientos ya no alcanzan su destino de la manera en que lo hacían antes. Mi camino se encuentra iluminado por el sol, pero a cambio del cielo azul y las mariposas rodeándome tuve que tomar la decisión de sacrificar ciertas cosas. No se preocupen, no es nada grave: es simplemente algo que me enseñará a ser más yo misma y no tanto parte de esa maraña de gente que me ha venido acompañando durante tantos años. Yo, yo, YO MISMA, parte inseparable de otro ser viviente pero independiente de las miradas acusadoras. Yo, yo, YO MISMA, cortando el cordón umbilical que a veces trataba de ahorcarme o latigarme, desplegando mis alas irisadas y uniéndome a otro destino, a uno que jamás creí venir pero siempre esperé pacientemente.

Anoten esto, por favor; yo sé por qué se los digo: La paciencia siempre será recompensada.

Ahora que me siento más tranquila por haberme expresado sin haber perdido un ápice de felicidad, me retiro a dormir y tener los más dulces sueños.

Estoy escuchando: I’m Like a Bird, de Nelly Furtado

Me siento: Cursi— no, ésa no es la palabra. Ustedes me entienden… (sonrisa estúpida)