Últimamente han desaparecido personas de mi timeline de Twitter. Ahora, cada vez que entro, solo me salen noticias de la BBC y el Asahi Shimbun (que nunca leo con detenimiento) y tips culinarios de Epicurious (que nunca pongo en práctica). Ya me explicaron que tiene que ver con el nuevo algoritmo, pero persiste la sensación de que todo el mundo se fue.
Entonces me pregunto: ¿quién es “todo el mundo”? ¿A quién no estoy leyendo que leía antes? Esto está vacío, pero ¿a quién debería extrañar?
No hay respuesta. Eso es preocupante, porque entonces, ¿con quién es que tanto hablaba que me hacía querer estar tan pendiente de esa red? ¿Qué clase de relaciones superficiales o falsas estaba forjando que cuando desaparecen ni me doy cuenta? Es más, al parecer ni siquiera soy consciente del transcurrir de mi vida social real. En estos días, dos personas diferentes en dos ocasiones diferentes me dijeron que tenían la impresión de que yo tenía muchos amigos porque yo siempre aparezco en fotos con gente o hablando con gente en las redes. Es raro, porque yo tiendo a pensar que en Bogotá me la paso sola y encerrada. (Digo que pienso que en Bogotá me la paso sola y encerrada pero ayer fui a cenar con unos amigos y hoy fui a almorzar con Gloria.) ¿Será cierto? ¿Será que mi sensación de soledad es apenas producto de trabajar detrás de un computador o metida en una cabina mucho más tiempo del que me gustaría?
Tal vez podría llamar/escribirles a todas las personas que considero amigas mías y ver si es una labor muy dispendiosa. Si lo es, aquellas dos personas tienen razón. En cuanto a Twitter, supongo que está bueno dejar de verlo como un espacio de encuentro (¿¡pero con quién!?). A ver si así me concentro más en otras cosas, como por ejemplo este blog.
¿cuándo vamos a tomar café? 🙂
😀 ¿La próxima semana?