Delante del encerado

Cuando empezó la clase, los estudiantes me miraron con escepticismo. Los había puesto a convertir trozos de su vida en poesía y ellos estaban seguros de que no podrían. Insistí. Bastaba con deshacerse de lo abstracto, ver el sentimiento, dibujarlo con palabras. El resultado los tomó por sorpresa.

Cuando se acabó la hora, se acercaron y me dijeron que los había hecho pensar de una manera en la que nunca lo habían hecho antes. Me dieron las gracias.

¿Realmente puedo hacer algo así?
¿Puedo hacer que alguien piense como nunca lo había hecho antes?

“You’re gonna be a teacher!” canturreó mi jefa poco antes de abandonar el salón.
Si ese es el rumbo de la corriente, con gusto me dejaré llevar.

[ Le commun des mortels — Pomplamoose ]

6 Responses to “Delante del encerado”


  • >¡Bonita experiencia! Lo más importante es que seas tú quien disfrute siempre de todo lo que conlleva enseñar.

  • >Ah, yo lo disfruto muchísimo. Soy muy pero muy feliz enseñando.

  • Nelson Castillo

    >"Insistí. Bastaba con deshacerse de lo abstracto, ver el sentimiento, dibujarlo con palabras".Wow… ¡Suena bonito!Que vaina que la poesía y yo estamos de pelea :-)A mi me gusta escribir. Sin importar si lo hago bien o no, para mi más que deshacerme de lo abstracto lo importante fue despegarme de la realidad. Me gusta poder hacerlo de vez en cuando.

  • >Dearest teacher, say the kid 🙂

  • >Y si le llevo una manzana, será que me ayuda con los logros que debo? 🙂

  • >Eso termina siendo super reconfortante, ver como un ser humando aprende a volar solito y que uno tiene ALGO que ver en ese proceso… es super!!Te lo dice una cabezona que ya ha graduado varias generaciones de ingenieros.

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