Humor

—Qué humor tan fino, el tuyo —, dijo ella con una sonrisa tan forzada que la gracia de sus labios rojos se asemejó a una flor de abutilón marchita luchando por conservar su inútil color. Su ilusión de hallar un motivo para reír todos los días se había deformado poco a poco con los constantes y vergonzosos chascarrillos de su esposo. Se había deformado exactamente como su cara en ese instante.

Qué humor tan fino, el de la vida.

0 Responses to “Humor”


  • No Comments

Leave a Reply