A continuación, intentaré describir algo que me pasa:
Cuando tengo una buena idea, o empiezo a adoptar un buen hábito, en fin, cuando se pone en marcha algo positivo en mi vida, mi mente tiende a buscar el origen exacto de ese proceso. Cómo fue que se me ocurrió tal cosa. Cómo fue que empezamos a discutir este plan. Cómo fue que llegamos a este tema en la conversación.
Más o menos recientemente —aquí mi mente empieza a sentir la piquiña del cuándo y cómo— aprendí que esto no es normal, y que no debo alimentar esas ideas con respuestas porque su apetito es infinito y nada las aplaca realmente. No queda sino ignorar la urgencia. En consecuencia, con cierta frecuencia me siento evadiendo a mi propia mente como si de un contrincante de boxeo se tratara.
0 Responses to “Dancing Around My Head to Avoid Getting Hit by My Own Thoughts”