Hoy vi Rocky con mi mamá.
Cuando se acabó me di cuenta de que ella tenía los ojos llorosos. “Es muy emocionante”, explicó. Creo que pensó que me iba a reír de ella, pero no fue así en absoluto.
Yo creía que yo era la única persona que lloraba con Rocky. Supongo que, ahora que sé que no estoy sola en el sentimiento, lo puedo admitir en público. Esa película es muy emocionante, de verdad.
Bueno, yo le digo a todo el mundo que eso me pasa a mí y creen que es en broma.