(Escena: Parte delantera de un Transmilenio. Olavia está parada al lado del conductor, dándole la espalda, distraída escuchando música. De repente siente que una voz detrás de ella la llama. Se quita los audífonos y voltea a mirar: es el conductor. Tiene en la mano un Blackberry extendido hacia ella. El aparato está timbrando. El señor le pide que conteste.)
Olavia. (desconcertada) ¿Qué digo?
Conductor. Diga que estoy ocupado.
(Olavia se acerca el aparato.)
Olavia. ¿Aló?
Voz en off. Aló, ¿por favor Perengano?
Olavia. Está ocupado, ¿le quiere dejar una razón?
Voz en off. ¿A qué hora lo encuentro?
Olavia. (al conductor) ¿Que a qué hora lo encuentran?
Conductor. A las 8:40.
Olavia. (al teléfono) A las 8:40.
Voz en off. ¿Con quién hablo?
Olavia. Con alguien que le está haciendo el favor de contestar.
Voz en off. Ah, ¿está en Transmilenio?
Olavia. Sí.
Voz en off. Dígale que es de parte de Robiñano, que ya está lo del portátil, que lo vuelvo a llamar a las 8:40.
Olavia. Bueno, yo le digo.
Voz en off. Gracias, adiós.
Olavia. Hasta luego.
(Olavia se dirige al conductor y repite el mensaje.)
Conductor. Gracias, es que no podía con esa timbradera del teléfono. ¡Gracias!
(Olavia se pone los audífonos de nuevo y vuelve a desentenderse.)
Telón.
JAJAJAJAJA!!!!
Buenísima historia!!!
Otro poco y te pide que le contestes sus correos electrónicos 😛