Este post es solo para avisarles que ahora trabajo en una oficina. Sí, oficina. Con horarios y órdenes que cumplir y correo corporativo. A los hacedores de conocimiento que esperaban el momento de mi graduación para pretender mi amor sin caer en el ridículo de perseguir a una niñita de pregrado: Lo siento. Ya no me encontrarán enarbolando la bandera de alguna causa desde la comodidad de los templos del saber o pinchándome la barbilla con la mano en gesto analítico; ahora soy un ser de arroz con atún en lonchera, hojas de Excel y estampidas humanas en Transmilenio. Entiendo si se desilusionan. Pueden retirarse ya.
¿Me puedo quedar? Eres mi oficinista preferida.
Si tú te quedas, bien puede irse todo todo todo el mundo.
No me desilucionas, me alegra que a tan poco de llegar ya estés haciendo algo. Yo regresé hace casi un año y quiero pronto escribir un post como este :D…
A job is a job, is not what you are.
WOW
Esas sí que son noticias. Finalmente el pulpo te atrapó.
Pues la verdad (esta es mi opinión honesta, arbitraria y por tanto cuestionable) que los lugares son una mezcla entre un circo (payasos, malabaristas, freaks, y alguien que dice ser el jefe o el gerente) un zoológico (animales, jaulas) y un salón de clase (si tienes suerte, encuentras un cómplice).
Ganarás perspectiva. Creo que estás más cerca que nunca de la forma más contundente de DOBLEPENSAR. ES REAL!!!