Los pescaditos secos que vienen en los paquetes de pasabocas para acompañar el trago tienen cara de Alien, así colmilludos y con la boca excesivamente abierta cual momia de Indiana Jones. Sin embargo, pese a su condición de atentado a la estética gastronómica, observarlos no produce horror sino risa histérica.
La culpa la tiene Juan Luis Guerra por desear ser un pez cuando esto —digo yo sosteniendo el cadáver arrugado entre índice y pulgar— es lo que les pasa a las pobres sardinitas que nunca anhelaron la vida de ultramar.
Pensándolo bien, esa es una canción barata y obscena. Es obvio que los clupeiformes son lo último que pudo haber pasado por su cabeza cuando la compuso.
[ Are You Experienced? — Jimi Hendrix ]
>Este si que es un delirio de Olavia. Otra muestra de que este blog puede carecer de cualquier sentido.
>1. ¿Pescaditos secos para acompañar el trago? Ggggmmmm. ¿Eso sí cae bien en el estómago? ¿Hay alguna foto que le haga justicia a los cuasialienígenas clupeiformes?2. Jaja, la canción de J.L. Guerra puede ser un poco obscena, pero no es barata… 🙂 A mí me hace sonreír cada vez que la escucho.
>yo estoy de acuerdo con Javier, ,la canción es obscena y húmeda pero divertida… deberías poner una foto de esos pescados porque como los describes me imagino una galleta con forma del pescado ese ciego que le cuelga una linterna en la cabeza y que sale en la profundidad profundisima del mar de buscando de nemo
>esta entrada pertenece a maquinaciones nocturnas, no? no?!
>JLG estaba altamente cachondo cuando escribio sobre los pescaditos. Ahora, que todo tipo de intension malvada o sombria se vaya cuando uno vea los cadaveres ojones de los pescaditos, es ooootra cosa!
>La dirección de este blog no se responsabiliza por la carencia de sentido de su contenido. O tal vez sí, y la asume con orgullo.La canción es divertida, sí, pero es todo un turn-off.
>A mi me gusta la guitarra de esa canción.