Pese a que no es de interés alguno para nadie, me veo en la imperiosa necesidad de informar lo siguiente:
- ¿Qué hace esta escultura en Shinjuku? ¿Quién se la llevó de Pepperland? Tokio no deja de sorprenderme.
- Mandé arreglar mi cámara en el servicio técnico de Canon. Me dijeron que le cambiaron toda la parte de atrás y revisaron que no tuviera ningún problema además del que había presentado. Feliz me fui a tomarle foto a la escultura beatlesca cuando, ¡oh, sorpresa! La cámara había quedado mañosa. El botón supuestamente arreglado funciona pero a las malas. Volveré a ponerles pereque después de la avalancha de fotos que se viene la próxima semana.
- Almorcé kitsune udon (fideos gruesos con tofu frito) y tempura de berenjena en Hanamaru. Rico y barato; gracias a Minori por la sugerencia.
- El clima otoñal está bogotanísimo. Como para un TOLM.
- Dos extranjeras entran a una tienda gourmet y le piden ayuda al encargado, quien oprime botones en la pantalla de una maquinita e imprime un recibo. Se dirigen a la caja, pagan y el cajero les entrega dos boletas grandes en un sobre. Una de las jóvenes agrega a la compra un helado de limón y salen rumbo a la estación como si nada. El viaje en tren se les hace rapidísimo. Durante el último segmento del regreso a casa, caminan entre la penumbra de los árboles silenciosos hasta que desde lejos se oye:
“We’re going to see Billy Joel!!!”
[ Seed of Wonder — Jesca Hoop ]
0 Responses to “Cinco en Shinjuku”