It’s like I summon people when I write or something…
Ayer hace 1 año caminé desde mi universidad hasta la Javeriana por toda la séptima con mi amiga Kitty. Al final del camino me esperaba un hombre que había conocido hacía casi dos meses y con quien tomaría un bus hacia el Juan Valdez de la 73 con 9. Para celebrar el aniversario de un suceso tan importante como una caminata por la séptima desafiando la resistencia de cualquier par de pulmones humanos, el paciente joven y yo decidimos ir a La Cuisine Suisse. Sin embargo, porque el destino lo quiso así, la sede que elegimos había sido atacada por los Moradores de las Arenas y nada quedaba salvo una mancha en la pared blanca donde había estado el letrero. Así pues, aguantando las ganas de ir al restaurante de enfrente, partimos hacia el Parque de la 93 para atiborrarnos de carnívoras y ultragrasosas delicias.
Tomamos una mesa para dos ubicada entre una pared divisoria y una fila de mesas altas. Mis ojos saltaban por los afiches de la pared hacia la lejana esquina a mi izquierda y aterrizaban brevemente sobre la mirada de mi acompañante. Mi lado derecho era largamente ignorado. Súbitamente y sin saber por qué, mi cabeza giró hacia las mesas altas, donde una joven rubia hablaba por celular.
Volví a mirarla. Ella me miró.
¡Era Paulina!
Se veía tal como la recordaba, aunque de repente era mucho más alta que yo. Nos abrazamos entre carcajadas y pusimos al día brevemente las noticias principales de nuestras vidas. Fue una charla corta pero emocionante. Dentro de un tiempo ninguna de las dos estará aquí. Un comentario de ella me hizo caer en cuenta de lo mucho que hace falta la música en mi vida. Saber que nos recordábamos mutuamente era una continuación de esa risa tan familiar que lo embarga a uno cuando lo gratamente inesperado ocurre.
Ella partió, llegó nuestra comida. La velada siguió su curso normal entre sabores tan exquisitos como malsanos.
No importa si ahora ella logra mimetizarse entre la concurrencia del restaurante: en mi mente siempre será la misma. Y si vuelvo a verla sé que, una vez más, nada habrá cambiado.
[ Enough — Aimee Mann ]
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