"What then to do about this Jesus-mania?"

No recuerdo cuándo fue la primera vez que oí la famosa ópera rock en su versión cinematográfica. La gigantesca funda del disco doble me desconcertaba un poco, con los soldados con ametralladoras ante la cruz. ¿Cómo sería la película de la cual este disco era banda sonora? Una amiga del colegio (la única que sabía del asunto a nuestros ocho años, más o menos) aseguraba que Judas bajaba del cielo en una cadena. Al igual que las primeras descripciones que recibí del sushi y el onigiri, ésta aumentó mi curiosidad. Cantaba los coros de What’s the Buzz, bailaba King Herod’s Song, y así fui creciendo a la espera de la oportunidad de ponerle rostros a las ya tan familiares voces.

Pues bien, cuando estaba en 10° u 11° pude al fin conocer la película para constatar que 1) Jesus (Ted Neeley) era bonito, 2) Mary Magdalene (Yvonne Elliman) era hawaiiana, 3) la escena de King Herod (Josh Mostel) era totalmente distinta de como me la imaginé, 4) Judas (Carl Anderson) bajaba de una cadena, pero de un modo muy diferente del que dibujaba mi mente retorcida y 5) Pontius Pilate (Barry Dennen) tenía mucha, pero muchísima actitud. La he visto unas dos o tres veces más desde entonces. La última vez, cuando la vi en cine con Himura y mi mamá, ella y yo estábamos muy emocionadas de ver una vez más algo que era perfectamente inherente a nuestra alegría familiar. Llegamos al punto de cantar en la fila de entrada. Después de esa tarde las canciones volvieron a dormir en mi cabeza y me olvidé del asunto…

… hasta que Changhee las trajo de vuelta.

Inocentemente me envió Everything’s Alright, ante lo cual respondí que ya la conocía y… Hey, ¿y las demás canciones? ¿No podré tener Jesus Christ Superstar en un formato distinto del acetato? Y así empezó esta obsesión. No fue suficiente saber que Pontius Pilate tenía la suficiente actitud para cantar con esa voz inimitable, chillona, potente, arrogante,— y además andar por el desierto con gafas oscuras gigantes y camiseta de terciopelo. No, no lo fue: pasé algunos días buscando fotos de Dennen por todas partes mientras lo oía contar los latigazos que le dieron a Neeley (¿fueron latigazos de verdad en la película?).

Ahora Dennen está viejito, calvo y presta su voz a personajes malvados en videojuegos (más o menos el mismo destino de Mark Hamill); Anderson murió no sé de qué después de años de giras con Neeley representando los mismos papeles una y otra vez, Elliman tuvo un éxito en la música disco y no se volvió a oír de ella. Yo, mientras tanto, sigo oyendo estas canciones una y otra vez (no acepto las versiones originales ni las posteriores, tienen que ser las de la banda sonora de la película) y espero el día en que pueda tener en mis manos el DVD para acaparar el televisor y terminar de aprenderme de memoria los parlamentos, así como cuando era pequeña podía recitar todo TRON en español.

[ Trial Before Pilate — Andrew Lloyd Weber & Tim Rice ]

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