De esta manera, para no perder la tradición, Olavia Kite postea exactamente en el momento en que debería encontrarse haciendo una tarea.
“Olavia Kite: Buenas, ¿cuánto vale la Pony Malta grande?
Señora: $800.
OK: ¿$800?
S: Sí, pero la pequeña. La grande no se la vendo porque estoy en hora de almuerzo.
(Aquí transcurren dos segundos en los que Olavia se pregunta qué rayos tiene que ver la hora del almuerzo en una tienda visiblemente exenta de clientes con una venta que, aunque humilde, representa cierta ganancia. Mientras tanto le señala a Himura una almojábana marca Topotoropo.)“ —La imposible Pony Malta, marzo 30, 2005.
Ahora bien, necesito que alguien me explique cómo en esta vida una tienda puede ensañarse con un ser humano inocente que lo único que le ha pedido ha sido un par de productos que supuestamente se hallan a la venta. ¿Creen que la señora se negó a venderme las almojábanas? No. Sucedió algo peor: las doradas piezas, envueltas graciosamente en su paquetico inofensivo de vaquita sonriente, estaban cubiertas de hongos.
Fig. 1.1.: Almojábana Topotoropo. Nótense las manchas detrás del letrero de la marca: son un hermoso y peludito cultivo de hongos.
Ahora sólo me quedan algunas dudas…
- ¿Por qué me odian en esa tienda?
- Si no puedo comprar Pony Malta ni productos de repostería allí, ¿qué puedo comprar? ¿Soy persona non grata allí? Si es así, ¿por qué no me lo dicen de una buena vez en lugar de hacerme pasar penurias?
- ¿Por qué Himura sí puede comprar con confianza en ese lugar?
- ¿A qué sabe la almojábana Topotoropo?
[ Little Sister — Queens of the Stone Age ]
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