Maybe you’ll get a replacement
There’s plenty like me to be found…
En el fondo, en el mundo blog uno está completamente solo. Se encuentran mentes afines, pero estos encuentros son como de dos extraños que viajan en direcciones opuestas por las escaleras eléctricas, y que aunque se miran y se sonríen, saben que no van a dejar su propio camino sólo por averiguar qué hace el otro en el mundo.
A veces pasa una corriente de personas que parecen llevar una idea muy parecida a la que uno atesora. Entonces uno salta a la otra escalera eléctrica y procura hacerse a ella. Conoce a los que piensan como uno, les habla de tan agradable coincidencia que es haberlos encontrado. Comienza el viaje conjunto. De repente, después de haberse sentido tan parte de todo, algo desencaja. La parte individual de uno no logra compaginar con la mente grupal que se ha venido adorando, y al tratar de mostrarle al grupo algo más de lo que uno es, lo interrumpen con más historias fantásticas de lo que todos tienen en común, o de la individualidad del grupo consolidado. Obviamente, si uno es nuevo, no debería haber ninguna queja.
Pero no es posible seguir de ese modo, callándolo todo y escondiéndolo tras una sonrisa y un “jajajaja” como quien esconde las motas de polvo bajo la alfombra. No se les odia, pero al repetir las mismas frases de todos, reír de lo mismo, reforzar tanto esa idea común y no las ideas distintas, se deja de ser uno.
Entonces, al despegarse del grupo y saltar de nuevo a la escalera eléctrica en la que uno iba, se mira atrás y se sabe que todo fue un encuentro tan fugaz como el resto. Ahora sólo hay silencio y un par de buenos recuerdos.
Y el solitario viaje en palabras continúa.
SUENA: Landslide — Dixie Chicks
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