Hoy entré a la universidad, y les aseguro que nunca me imaginé un ambiente tan malsano como ése. Todo el trayecto de la puerta hasta el edificio donde tenía las clases del día se vio marcado por el asqueroso humo de cientos de cigarrillos. No entiendo cómo, si el tabaco es oficialmente reconocido como un producto nocivo para la salud, se permite que éste llene el aire del espacio público. Es cierto que el espacio público es de todos, pero no todos queremos contraer cáncer. Teniendo a la mayoría de estudiantes enrareciendo el aire con su humo, no queda sino resignarse a graduarse de la universidad con una enfermedad de los pulmones bien grave. ¿O es que existirá alguna manera de hacer que los fumadores no puedan ubicarse en el espacio abierto?
Definitivamente, el mundo les pertenece a los que lo destruyen. Para obtener el poder, no se necesita más que hacer mucho, pero mucho daño.
0 Responses to “El espacio público no me cuenta a mí como público”