Qué lindas se ven estas preguntas recién instaladitas en su nuevo hogar. ¡A por ellas!
1) ¿Tienes muchos amigos?
A decir verdad, no. Aun cuando nunca he sido partidaria de tener un gran grupo de amigos, llegué a estar en un círculo relativamente grande durante mi último año de colegio. Cuando me fui a Iowa, la mayoría de las niñas se perdieron, y otro tanto me dio la espalda después de regresar (hace muy poco, por cierto)… este último grupo contenía a las que hasta entonces consideraba “mis mejores amigas”.
Claro que no todo es malo; aún quedan niñas del colegio que aprecio muchísimo y de las que no me he perdido, y conservo contacto con mis amigos de Iowa, que también son poquiticos pero son de las mejores personas que he conocido en el mundo.
2) ¿Mantienes aún amigos de tu infancia? ¿O los perdiste?
Mi amiga de infancia, Soly Alvarez, se fue a vivir a Qatar cuando transfirieron en el trabajo a su papá, que es ingeniero de petróleos. Creo que ahora está en una universidad muy fina de Estados Unidos.
Tuve otra amiga, Andrea García, y ya no nos vemos pero nos llamamos cada cumpleaños.
Conclusión: sí, perdí mis amigos de infancia.
3) ¿Consideras a alguien como “tu mejor amigo”? ¿Tienes varios que entren en esta categoría?
Solía tener varias en el colegio, pero entre todas la mejor mejor ha sido Lina Franco. Por otra parte, Minori Honda es mi mejor amigo fuera de Colombia, a quien le cuento prácticamente todo sobre mi vida. A veces creo que me llevo mejor con los hombres.
4) ¿Eres capaz de pelearte y volver a reconciliarte con tus amigos? ¿O es “una y no más”?
Tengo mucha capacidad de perdón, pero existen situaciones que definitivamente no ameritan seguir soportando más. Yo soy una amiga, no un hazmerreír comunal.
5) ¿Hay algo inolvidable que un amigo haya hecho por tí?
Hm… Minori Honda me aguantó durante casi un año entero en la desolada Dubuque. Sin reproches, sin miramientos. Nos tuvimos el uno al otro en los mejores ratos y también en los peores. Eso es inolvidable.
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